Luxaciones: tipos, síntomas y cuándo acudir al médico

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¿Sientes dolor intenso al mover una articulación? ¿Tienes el presentimiento de que la zona está inflamada? ¿Hay una sensibilidad mayor en esa área fuera de lo normal? A esto se le llama luxaciones y, es posible, que necesites visitar a un especialista en traumatología para aclarar dudas y comprobar cómo se encuentra realmente esa parte del cuerpo que tanto te incomoda.

Las dislocaciones, también conocidas como luxaciones, tienen la particularidad de hacerse sentir desde el primer instante tras una caída precipitada, un golpe muy fuerte, o después de una práctica deportiva. Sin embargo, hay que mencionar que, aunque estos suelen ser los escenarios principales, pueden variar, según las circunstancias y diferentes factores.

El único elemento en común es el contacto. Por ejemplo, si el toque fue contundente y de gran impacto, especialmente, en el hombro, la cadera, el codo, el tobillo, la rodilla, la mandíbula o los dedos, y además, duele en grandes dimensiones, hay una gran posibilidad de que haya ocurrido un desplazamiento o una separación entre un hueso y el otro. ¡Mira con lupa más detalles!

¿Qué son las luxaciones y quién debe tratarlas?

Las luxaciones son lesiones en las articulaciones que separan una parte del cuerpo de la otra. Ocurren luego de la pérdida de contacto entre dos huesos, y generalmente, tienen lugar por un movimiento brusco, algún gesto inesperado, un sobre estiramiento, o después de llevar la estructura al rango máximo.

Para ser más ilustrativos, uno de los huesos se sale del sitio, y es allí, cuando sucede la división entre las dos superficies. En este caso en particular, los traumatólogos son los especialistas pensados para cuidar este tipo de desgarre, o piel no desgarrada, en una extremidad.

Debes tener especial cuidado en la mandíbula, la columna vertebral, o el cuello, y en caso de presentar una, debes acudir a emergencia y mantener tu control con el Dr. Jaime Torres, quien es traumatólogo/ortopedista. O en su defecto, contar con la opinión de cualquier otro médico que presuma de buenas reseñas y larga experiencia en el sector.

En el área de traumatología y ortopedia podrás encontrar la diferencia entre un esguince, fractura y luxaciones. Las tres son muy diferentes y requieren de procedimientos distintos, esa es la principal razón por la que, es oportuno, acudir temprano a un médico que te brinde el tratamiento adecuado para mejorar tu movilidad y calidad de vida.

Otros síntomas de las dislocaciones que tal vez no conocías

Hay un método infalible para prevenir las luxaciones en deportes de contacto y los trabajos de altura: el equipo protector. Con este recurso, es más que suficiente para evitar que la situación trascienda a un estatus extraordinario. De lo contrario, aunque no siempre puedas evitarlo, haces el trabajo con estar muy atento hacia donde camines, con qué tropieces, y eludir imprudencias innecesarias en entornos poco seguros.

Ahora, si por alguna u otra razón estuviste expuesto a una circunstancia lamentable, pasan los días y no cede el malestar, es importante que tengas claro que hay algo más, y para tratarlo necesitas la opinión, la orientación y el tratamiento de un experto.

Esta sintomatología puede darte luces, acude a un médico traumatólogo si presentas alguna de ellas:

  • Hinchazón o moretones.
  • Deformidad de la articulación.
  • Huesos visibles fuera de su posición.
  • Hematomas o alteración de la coloración.
  • Entumecimiento o extrema sensibilidad.
  • Dolor a gran escala al mover el área afectada.
  • Fuerte dificultad para movilizar la zona con normalidad.
  • Cero tolerancia al peso.

Tipos de luxaciones 

Muchas luxaciones no causan problemas de larga duración, pero debilitan o rompen los ligamentos y tendones. Es aquí cuando se genera una inestabilidad en la articulación. Si decides inmovilizar, esta puede volverse rígida, y en consecuencia, puedes sentir los músculos un tanto atrofiados.

En un escenario de dislocación, los huesos que forman la articulación están completamente separados. Mientras que, en la subluxación están parcialmente fuera de posición, más no separados por completo.

También es bueno que sepas que pueden ir acompañados de lesiones en otros tejidos del sistema músculo-esquelético. Observa estos tres ejemplos:

  • Fracturas: Los huesos se agrietan o rompen, y por lo general, los tejidos que rodean los huesos fracturados también están lesionados.
  • Esguinces: Los ligamentos que unen los huesos entre sí podrían estar desgarrados.
  • Rotura de tendón: Los tendones que unen el músculo al hueso se pueden romper.

En caso de que no lo tengas claro, las luxaciones pueden ser abiertas, lo que significa que la piel está desgarrada. O, por el contrario, pueden ser cerradas, es decir, con la piel no desgarrada. El pronóstico y el tratamiento puede variar de acuerdo a la ubicación y su gravedad. 

Los diagnósticos más delicados tras una dislocación

Después de una detallada exploración y meticuloso interrogatorio, será sencillo identificar el tipo de padecimiento que estás enfrentando, el origen del dolor, y también se podrá reconocer si el malestar fue provocado por otras estructuras que tienen relación con esa parte del cuerpo.

De cualquier modo, es necesario que accedas a distintos estudios recomendados por un traumatólogo para confirmar en qué nivel se encuentran las dislocaciones. De igual forma, podrás ver lo que arrojan los síntomas de las luxaciones, conocer a mayor detalle qué tienes, y si hay algo más profundo que está sucediendo y no se está apreciando a simple vista. Cada zona corporal se manifiesta a su manera:

Hombro: rotura, pinzamiento y desgaste

Es posible que ocurra una ruptura de mango rotador y para quitar el dolor del hombro es fundamental realizar microcirugías. Gracias a esas investigaciones, se podrá observar la totalidad de la articulación y ser acertado en el tratamiento para reparar cualquier rotura que presenten tus tendones.

Por otro lado, si lo que tienes es un pinzamiento de hombro, se te enseñará a mejorar el funcionamiento de tu hombro para prevenir o disminuir el malestar. ¿Te consideras un buen paciente? ¿Sigues instrucciones? Si es así y no percibes mejoría a causa de una inflamación o lesión severa, el traumatólogo Jaime Torres colocará desinflamatorios, o acudirá a alguna microcirugía para reparar cualquier estructura dañada.

Rodilla: lesión de ligamento cruzado anterior, lesión de menisco y de cartílago

Es posible recuperarse pronto, después de realizar reconstrucciones de ligamento cruzado con técnicas modernas y fiables. Si lo haces bien, podrás volver a realizar deporte y reintegrarte a la rutina más rápido de lo que imaginas.

Sin embargo, cuando es una lesión de menisco, el procedimiento es diferente. Es fundamental realizar una reparación con suturas, hacer una resección de fragmentos no reparables, o acudir a trasplantes, en caso de que lo necesites. Después de la recuperación, podrás realizar las actividades que tanto te gustan, aunque con cierto cuidado.

Finalmente, en lesiones de cartílago figuran las reconstrucciones, reparaciones, transplantes y prótesis, para recuperar la función y movilidad.

Cadera: fracturas y desgaste

Sabes que hay desgaste severo cuando es necesario colocar una prótesis de cadera, causada por una discapacidad. En este particular, necesitas un tratamiento definitivo para eliminar el dolor y recuperar la función de esta parte del cuerpo.

Por último, en esta área de la cadera sobresalen las fracturas, principalmente, en pacientes de la tercera edad. Se reparan con implantes y requieren de un cuidado especial para obtener mejores resultados.

¿Sientes que puedes estar padeciendo de luxaciones? No olvides confirmar a través de la opinión de un profesional para tomar determinaciones y dar el siguiente paso hacia la mejoría.