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El gobierno de Taiwán convocará conversaciones de emergencia para abordar las implicaciones del anuncio realizado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien indicó que planea imponer aranceles radicales a los semiconductores importados, entre otros productos, en un futuro cercano. La medida ha generado inquietud sobre el impacto que podría tener en la industria de semiconductores de Taiwán, un sector clave para su economía.
De acuerdo con medios locales, el primer ministro de Taiwán, Cho Jung-tai, afirmó que el Ministerio de Economía y otras agencias relacionadas están siguiendo de cerca los movimientos arancelarios de Trump y que se convocará una reunión para evaluar las medidas que la industria local podría necesitar para hacer frente a estos posibles aranceles.
“Nos hemos estado preparando y las agencias correspondientes se reunirán pronto para definir los pasos a seguir”, señaló Cho durante su visita a un templo con motivo del inicio del Año de la Serpiente.
El lunes, Trump reveló sus planes ante los miembros republicanos del Congreso, destacando la imposición de aranceles a los semiconductores, acero, aluminio, cobre y productos farmacéuticos. En sus declaraciones, Trump argumentó que la política estadounidense debería cambiar, buscando recuperar el liderazgo en sectores clave de la economía global. “Es hora de que Estados Unidos regrese al sistema que nos hizo más ricos y poderosos que nunca”, señaló durante la Conferencia de Asuntos Republicanos en Miami, Florida.
Uno de los puntos más polémicos de sus declaraciones fue su crítica a la industria de semiconductores en Taiwán, que según Trump representa el 98% del negocio global de chips. “Queremos que regresen, y no queremos darles miles de millones de dólares, como este ridículo programa de la Ley de CHIPS y Ciencia de EE. UU. de Biden”, expresó.
La amenaza de aranceles ha generado gran preocupación en Taiwán, especialmente porque su industria de alta tecnología es vital para su economía. En 2024, se estima que los sectores de componentes electrónicos e información y comunicaciones representarán el 65,2% de las exportaciones totales del país.
Cho Jung-tai destacó que en un entorno económico global cambiante, Taiwán debe fortalecer su cooperación internacional para mantener su liderazgo tecnológico. “Este cambio también puede representar una oportunidad para una actualización tecnológica”, añadió.
Por su parte, Karen Kuo, portavoz de la Oficina Presidencial, reafirmó que Taiwán y Estados Unidos son socios cercanos en el desarrollo de semiconductores y que la cooperación mutua ha sido clave para el crecimiento de ambos países. “Esperamos que la confianza y la cooperación continúen fortaleciendo nuestros lazos comerciales bajo una base sólida”, comentó Kuo.
En cuanto a la respuesta de la industria local, Gordon Sun, director del Centro de Pronósticos Económicos de Taiwán (TIER), indicó que aunque las amenazas de Trump pueden ser preocupantes, Estados Unidos tendría dificultades para imponer aranceles a los chips avanzados de Taiwán, dada su importancia y la imposibilidad de sustituirlos fácilmente. Sun también recordó que Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. (TSMC), el mayor fabricante de chips del mundo, ha invertido 65 mil millones de dólares en la construcción de fábricas avanzadas en Arizona, lo que podría suavizar el impacto de cualquier medida arancelaria.
La situación está siendo monitoreada de cerca por las autoridades de Taiwán, quienes esperan conocer las acciones específicas que tomará Estados Unidos antes de tomar decisiones adicionales.
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