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La presidenta y consejera delegada de General Motors (GM), Mary Barra, indicó el martes que la compañía podría transferir parte de su producción de los vehículos que fabrica actualmente en México y Canadá hacia Estados Unidos, si el presidente estadounidense, Donald Trump, impone aranceles de 25% a estos dos países.
Información de EFE señala que Barra afirmó en una videoconferencia con analistas para presentar los resultados de GM del ejercicio fiscal de 2024, que el fabricante tiene capacidad libre de producción en su mercado de origen para asumir parte de las camionetas que manufactura en los dos países, socios comerciales a través del T-MEC de la potencia.
“Tenemos capacidad en Estados Unidos para transferir algo de eso. También vendemos camionetas globalmente así que podemos estudiar el origen de los mercados internacionales. Así que hay cosas que podemos hacer para minimizar el impacto si se imponen los aranceles a Canadá o México”, mencionó Barra.
Pero la ejecutiva también expresó su confianza de que se puedan evitar los aranceles al declarar que está “esperanzada” porque la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, “ha indicado que están trabajando y manteniendo conversaciones para tomar las medidas necesarias en temas de inmigración y otro para evitar los aranceles”.
“Pero estamos planeando y tenemos varias herramientas que podemos utilizar”, concluyó.
En una de sus conferencias de prensa matinales de noviembre pasado, la presidenta Claudia Sheinbaum señaló que subir aranceles al país, tal como el entonces presidente electo había dicho, únicamente provocaría impactos a empresas de diversos sectores de origen estadounidense que operan en México, con decenas de años aquí, “ni siquiera por el Tratado de Libre Comercio”.
Sheinbaum puso de ejemplo el caso de General Motors, con plantas que operan en San Luis Potosí, Guanajuato, Coahuila y Estado de México.
“Tiene más de 80 años en México, si se suben los aranceles van a dañar a General Motors y los principales afectados van a ser los consumidores (de vehículos) de Estados Unidos, porque el precio se va a elevar”.
En esa ocasión Sheinbaum dijo que si la automotriz estadounidense decide llevar sus plantas hacia Estados Unidos, sus costos de producción, probablemente sean mayores que los aranceles propuestos por Trump.
A finales del año pasado, la firma Wolfe Research calculó que los aranceles de esa magnitud sobre los aproximadamente 97,000 millones de dólares en autopartes y 4 millones de vehículos terminados que llegan a Estados Unidos desde Canadá y México serían “devastadores”.
Los precios promedio de los autos nuevos aumentarían unos 3 mil dólares (unos 60 mil pesos mexicanos), calculó, lo que se sumaría a un costo de casi 50 mil dólares que muchos consumidores en EU tienen dificultades para afrontar.
