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Marco Rubio es parte del círculo cerrado de Donald Trump. El latino tendrá un lugar preponderante en el gobierno del republicano ya que será Secretario de Estado y tendrá que abordar cuestiones delicadas como Cuba y Venezuela: en su primer mensaje, no se guardó nada…
“Lo elegí porque será un firme defensor de nuestra nación, un verdadero amigo de nuestros aliados y un guerrero intrépido que nunca retrocederá ante nuestros adversarios”, fueron las palabras de Donald Trump para anunciar que Marco Rubio, Senador de Florida, será el nuevo Secretario de Estado de los Estados Unidos. Rubio marcará un hito porque será el latino con el cargo más importante en la historia de Estados Unidos, algo inédito para el país.
El punto es que Marco Rubio tiene una ideología bien definida: apoya a Israel, está en contra de Rusia, considera que Cuba y Nicaragua son dictaduras y tiene una profunda admiración por Javier Milei. Además, en más de una ocasión, ha tenido cruces con López Obrador, ex presidente de México y de distinto perfil político al suyo. Y como era lógico, está totalmente en contra de Nicolás Maduro.
En las últimas horas, Marco Rubio dio su audiencia de confirmación en el Senado y se refirió a los temas más calientes en la región, Venezuela y México. “Lamentablemente, Venezuela no está gobernada por un gobierno. Está gobernada por una organización de narcotráfico que se ha empoderado del estado nacional, y hemos visto, creo, que más de 7, 8 o 9 millones de venezolanos han abandonado el país. Y se espera que más personas abandonen el país”, comenzó explicando Rubio.
“Estuve en total desacuerdo con la administración de Biden cuando avaló las negociaciones entre el chavismo y la oposición venezolana. Entraron en negociaciones con Maduro. Él aceptó tener elecciones y las elecciones fueron completamente una farsa. Y el régimen no cumplió ninguna de las promesas que hizo, así que todo eso necesita ser re explorado porque en Venezuela tienes la presencia rusa, tienes una presencia iraní muy fuerte”, agregó Rubio.
El punto es que Rubio no solamente atacó a Venezuela, sino también a México y su arco político: “A veces puede resultar frustrante para nosotros porque tienen consagrada, incluso en su Constitución, una especie de política exterior no alineada y no intervencionista con respecto a algunos abusos. Por eso ha sido decepcionante, por ejemplo, ver la posición que México ha optado con respecto a Venezuela y otros”.
Por último, Rubio puntualizó: “Los cárteles mexicanos son sofisticadas organizaciones terroristas transnacionales que controlan amplias zonas fronterizas y representan una amenaza tanto para Estados Unidos. La opción de una intervención militar está sobre la mesa, es una opción. En un escenario ideal, prefiero la colaboración por encima de la opción militar. Estas organizaciones criminales no simplemente amenazan a Estados Unidos, amenazan el proceso político mexicano; en las últimas elecciones tuvimos varios candidatos presidenciales y candidatos a otros asesinados”.
De esta forma, Rubio comenzó su ciclo. Está claro que tanto para México como para Venezuela, la forma de accionar de Rubio no es la mejor, se termina posicionando como un rival pesado y tendrán que saber convivir para lograr acuerdos en el corto plazo.