Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 56 segundos
Los analistas pensaban originalmente que la científica convertida en política podría ser demasiado rígida y reservada para manejarse con el volátil líder estadounidense, a diferencia del aplomo relativo de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador. Esto ha dado un giro
A fines de noviembre, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, provocó un shock en el comercio mundial al amenazar con aranceles del 25% a México y Canadá, rompiendo en la práctica un acuerdo comercial regional, si los dos países no hacían más para frenar la migración y el flujo de drogas.
Fue una gran prueba para la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum, la primera mujer líder del país que había asumido el cargo apenas ocho semanas antes, consigna una nota de Reuters firmada por Diego Ore, en la Ciudad de México, y Laura Gottesdiener, en Monterrey.
Los analistas pensaban que la científica convertida en política podría ser demasiado rígida y reservada para manejarse con el volátil líder estadounidense con el aplomo relativo de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador.
Ahora, mientras Trump se prepara para asumir el cargo, Sheinbaum ha tenido enfrentamientos públicos con el presidente entrante de Estados Unidos, pero también ha mostrado resultados concretos que podrían ayudar a demostrar que México habla en serio sobre la cooperación en materia de migración, seguridad y China.
Es difícil saber si esto será suficiente, o si la amenaza de aranceles en el primer día de Trump en el poder es totalmente realista. Expertos y exdiplomáticos, no obstante, dicen que Sheinbaum ha tenido un comienzo sólido
“Es un enfoque muy pragmático y proactivo por parte de Sheinbaum y su equipo”, dijo Gema Kloppe-Santamaria, investigadora global del Instituto de México del Centro Wilson.
Trump ha acusado reiteradamente al gobierno mexicano de no hacer lo suficiente para impedir que los migrantes y las drogas ingresen a Estados Unidos y ha amenazado con imponer aranceles radicales para obligarlo a tomar más medidas.
También ha criticado la instalación de plantas chinas en México.
Compromisos
Desde que asumió el cargo en octubre, Sheinbaum ha intensificado una ofensiva ya histórica contra los migrantes que viajan hacia la frontera con Estados Unidos desplazándose por México, al detener a una cifra sin precedentes de 475,000 migrantes entre octubre y diciembre.
También ha dejado abierta la posibilidad de que México esté dispuesto a aceptar a no mexicanos deportados de Estados Unidos.
“Ella está enviando el mensaje de que es una líder política fuerte”, dijo Kloppe-Santamaria, señalando encuestas recientes que muestran que Sheinbaum ha aumentado su popularidad a un asombroso 80% de aprobación después de sus primeros 100 días en el cargo.
“Trump sin duda tiene mucho poder y legitimidad, pero ella también”, agregó Kloppe-Santamaria.
Reuters habló con siete analistas económicos, exdiplomáticos mexicanos y expertos académicos en política mexicana.
La mayoría elogió la estrategia de Sheinbaum para relacionarse con Trump.
“Este compromiso que México ha demostrado de alinear completamente sus intereses con los de Estados Unidos es lo que nos hace tener más confianza en que la presidenta Claudia Sheinbaum y el presidente electo Donald Trump superarán las amenazas iniciales y la incertidumbre”, dijo Rodolfo Ramos, analista de Banco Bradesco.
Mucho qué perder
El nuevo líder estadounidense es conocido por ser impredecible, pero Sheinbaum también ha mantenido un elemento de sorpresa, dijo Jorge Guajardo, exembajador mexicano en China.
Si bien ha sugerido que México podría tomar represalias con sus propios aranceles, se ha abstenido de revelar sus intenciones.
“Ha sido muy inteligente y estratégica”, dice Guajardo. “Quiere guardarse la pólvora”.
México es uno de los países que más tiene que perder en una segunda presidencia de Trump, dijo el exembajador mexicano en Estados Unidos Arturo Sarukhan.
Estados Unidos es, por lejos, el mayor socio comercial de México, y los aranceles amenazados por el líder republicano podrían enviar ondas de choque a través de la economía de México.
Trump también ha prometido deportaciones masivas que podrían tensar el mercado laboral de México y provocar desafíos humanitarios y de seguridad en un país que ya enfrenta violencia, desplazamiento interno y un crecimiento económico lento.
Además, están las amenazas de Trump de una acción militar unilateral de Estados Unidos contra los cárteles de la droga en México, lo que “es básicamente un acto de guerra”, dijo Sarukhan.
Sarukhan advirtió que las relaciones entre Estados Unidos y México podrían ser más volátiles que en décadas anteriores y que en la Ciudad de México, sede del gobierno de Sheinbaum, deberían estar más preparados para enfrentar una segunda administración de Trump más retadora y difícil para México que la primera.
Pero Sheinbaum parece tener un manual de estrategias bien preparado.
Las medidas que ha tomado su gobierno podrían ser suficientes, por ahora. “Creo que estas medidas son suficientes para establecer un piso para las negociaciones y evitar que Trump imponga aranceles desde el primer día”, dijo Matías Gómez, analista de la consultora Eurasia Group.
“Sin embargo, esta amenaza actuará como una espada de Damocles a lo largo de 2025 como un riesgo latente que permitirá a Trump presionar a Sheinbaum en múltiples frentes”.