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La inestabilidad y la incertidumbre se apodera del arco político canadiense. Trudeau da una rueda de prensa para anunciar su salida del poder: cambio del mapa político regional…
Luego de nueve años, Justin Trudeau enfrentó su crisis más profunda y tuvo la peor consecuencia: la renuncia inevitable. Ante las críticas de su partido y la presión mediática de las últimas semanas, Trudeau sumó un golpe demoledor: la renuncia de Chrystia Freeland, viceministra y ministra de finanzas de Canadá. A través de una carta, Freeland fue contundente en sus motivos de su salida y terminó siendo determinante para que Trudeau se encuentre en este punto de su gestión.
“Durante las últimas semanas, usted y yo nos hemos encontrado en desacuerdo sobre cuál es el mejor camino a seguir para Canadá. Nuestro país enfrenta hoy un grave desafío. La administración entrante de Estados Unidos está aplicando una política de nacionalismo económico agresivo, incluida la amenaza de aranceles del 25 por ciento. Eso significa trabajar de buena fe y con humildad con los primeros ministros de las provincias y territorios de nuestro gran y diverso país, y construir una verdadera respuesta del Equipo Canadá”, puntualizó Freeland en su carta.
Tras ello, Trudeau quedó en el centro de la escena y no le quedó más escapatoria que la renuncia: “Tengo la intención de renunciar como líder del Partido Liberal, como Primer Ministro de Canadá después de que el partido seleccione a su próximo líder. Las elecciones de reemplazo se realizarán en el futuro cercano. Si tengo que librar batallas internas, no puedo ser la mejor opción”, comenzó marcando Justin Trudeau, visiblemente afectado.
Una de las primeras consecuencias de este desenlace es que el parlamento canadiense quedará suspendido e inactivo hasta el próximo 24 de marzo, mostrando la magnitud de la salida de Trudeau. “Canadá se merece una opción real. Cada hueso de mi cuerpo siempre me ha dicho que luche porque me importan profundamente los canadienses. Me importa mucho este país y siempre me motivará lo que sea mejor para los canadienses…”, agregó Trudeau.
Por último, el líder que estuvo casi una década en el poder canadiense, sentenció: “Este país se merece un candidato real en las próximas elecciones, y me ha quedado claro que no podré ser la mejor opción en esas elecciones. Es por eso que los canadienses merecen otra opción mejorada”.
El panorama para Trudeau era desolador porque varios diputados del propio partido habían pedido su dimisión de forma inmediata y las encuestadoras marcaban que su popularidad en el público canadiense cayó fuertemente. La salida de Trudeau también se basa en otras encuestas que marcaban una dura derrota de los liberales frente a los conservadores en las elecciones previstas para el próximo mes de octubre.
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