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De las 32 entidades federativas en que está dividido el territorio nacional, 23 no superan la proporción mínima de pobreza laboral reportada antes de la pandemia. La lista la encabezan Chiapas, Oaxaca y Guerrero
Al tercer trimestre de este año, la proporción de la población en pobreza laboral en el País era el distintivo en 23 entidades federativas de 32 en total, lo que significa que no han podido superar la proporción mínima que tuvieron en el lapso anterior a la pandemia, que toma en cuenta su comportamiento desde el primer trimestre del 2007 hasta el primero del 2020.
Datos de BBVA México agregan que esto refleja que las disparidades en materia de pobreza a nivel regional en el País siguen siendo un desafío.
Hasta septiembre, las entidades que lideraron la lista de pobreza laboral, con alrededor de 6 de cada 10 personas bajo esta condición, fueron Chiapas, con un porcentaje de 62.3%; Oaxaca, con 60.5%, y Guerrero, con 55.9%
Las entidades en las que alrededor de 2 de cada 10 personas estaban en pobreza laboral y por lo tanto mostraron los porcentajes más bajo de pobreza laboral del periodo fueron Baja California Sur, con un 16.0%; Baja California, con 20.0%, y Quintana Roo, con 21.3%.
Entre los hallazgos con base en la información divulgada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) las entidades que estuvieron en niveles mínimos de pobreza laboral hasta el tercer trimestre, respecto al lapso anterior a la pandemia estuvieron liderados por Yucatán, con 6 puntos porcentuales (pp) menos.
BBVA anotó también que hasta el tercer trimestre, las brechas salariales entre hombres y mujeres mejoraron con respecto a los niveles prepandemia.
Sin embargo, la institución financiera destaca que las mujeres en el mercado laboral aún perciben 79.7 pesos por cada 100 pesos que perciben los hombres, es decir, un 20.3% menos, lo que se identifica como otro reto dentro de la política laboral.
El reporte de pobreza laboral a cargo del CONEVAL, difundido esta semana, indicó que al término del tercer trimestre del año, el porcentaje de pobreza laboral disminuyó a nivel nacional en alrededor de 2.2 puntos porcentuales a tasa anual, al pasar de 37.3% a 35.1%.
A su interior, la pobreza laboral en el ámbito urbano disminuyó de 33.3% al 30.7% en el mismo periodo, mientras que en la esfera rural pasó del 49.9% al 48.5%.
El ingreso laboral real per cápita, por su parte, mostró un incremento anual de 7.1% anual, al pasar de los 3,124.26 pesos a los 3,346.45 pesos. Lo anterior se vio acompañado de un aumento anual en el número de personas ocupadas de 360,800.
Respecto al CONEVAL, en vías de extinción por una propuesta del Poder Ejecutivo avalada por el Congreso mexicano, BBVA, el mayor banco del Sistema del País en términos de activos y cartera de crédito, resaltó que la labor de la entidad se ha traducido en un trabajo profesional para la medición objetiva de la pobreza.
“Su desaparición representa un riesgo importante.
“No es factible pensar en estrategias para continuar reduciendo la pobreza, si esta no se puede medir de forma objetiva y confiable. Será fundamental que se otorguen al Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) los recursos necesarios para que pueda continuar con la labor que hace el Coneval”, manifestó.
Revés
El análisis de BBVA México señala que en el periodo de la postpandemia se ha podido apreciar un aumento general del ingreso laboral per cápita en términos reales.
Al mismo tiempo, resalta, la proporción de población en pobreza laboral ha mostrado una tendencia, en términos generales, a la baja, aunque con un desempeño secuencial no tan favorable entre el segundo y tercer trimestre del año, cuando el indicador repuntó en 0.1 pp.
Esto “puede asociarse a un estancamiento en ingreso laboral real disponible entre ambos trimestres, ya que mientras que en el segundo trimestre del año este fue de 3,350.84 pesos, para el tercer trimestre el monto fue de 3,246.45 pesos, es decir, 4.39 pesos menos”.
Por el contrario, las disparidades entre el ámbito rural y urbano luego de la pandemia desatada por el Covid-19 han tendido a reducirse, tomando en cuenta un lapso que abarca desde el tercer trimestre del 2020 hasta el tercer trimestre de este año.
La diferencia promedio urbano-rural de la población en pobreza laboral en ese periodo fue de 17.1 puntos porcentuales (pp), mientras que en el periodo anterior a la pandemia, que abarca del primer trimestre del 2007 al primer trimestre de 2020, para efectos del análisis, la diferencia fue, en promedio, de 23.5 pp.
No obstante, y pesar que hasta el tercer trimestre de este año la diferencia se mantuvo dentro de los niveles postpandemia, esta se amplió a nivel secuencial: El último dato observado muestra una brecha de 17.8 pp, al ubicar una proporción de población en pobreza laboral en el ámbito urbano de 30.7%, frente a la del ámbito rural, de 48.5%.
En el trimestre anterior, la brecha fue menor, al ubicarse en 16.7 pp de diferencia.
“Esta variación del tercer trimestre de 2024 obedece a que, mientras que la proporción de población urbana en pobreza laboral acumula ocho trimestres consecutivos sin incrementos, en el ámbito rural se tiene un repunte”, anotó BBVA.
En el segundo trimestre de 2024 el porcentaje de población rural en situación de pobreza laboral fue de 47.6%, mientras que para el tercer trimestre de este año la cifra subió a 48.5%, un aumento de 0.9 pp en un trimestre.