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CocoCoComelon se ha convertido en una de las series infantiles más populares, especialmente entre los niños menores de tres años. Creada por Moonbug Entertainment, la serie se presenta como una herramienta educativa que, mediante canciones y animaciones coloridas, enseña a los pequeños conceptos como los números, el alfabeto, los colores y los hábitos de higiene. A nivel global, CoComelon es el canal de YouTube más visto, con más de 185 millones de suscriptores y más de 192 mil millones de vistas en total.
En cuanto a la penetración específica en Latinoamérica, CoComelon ha sido bien recibido por el público infantil, destacándose especialmente en México, Argentina y Brasil, donde el contenido es ampliamente accesible a través de plataformas como YouTube y servicios de streaming.
Sin embargo, el creciente consumo de esta serie ha despertado preocupaciones sobre los efectos negativos que puede tener en el desarrollo de los niños, especialmente en un contexto como el mexicano, donde la carga de trabajo de los padres aumenta el uso de dispositivos electrónicos como “niñeras digitales”.
CoComelon se caracteriza por un ritmo rápido de escenas y una estimulación visual y auditiva constante. Cada episodio está diseñado para captar la atención de los más pequeños, con un cambio de toma cada 5 a 7 segundos y una paleta de colores brillantes. Aunque esta técnica tiene como objetivo mantener el interés de los niños, estudios científicos advierten sobre los peligros de la sobreestimulación en cerebros tan inmaduros.
Según la American Academy of Pediatrics (AAP), la exposición excesiva a pantallas puede afectar el desarrollo cognitivo, emocional y social de los niños. Para los menores de dos años, la recomendación de los expertos es limitar el tiempo frente a las pantallas a no más de una hora al día.
En relación con lo anterior, en México más del 60% de las madres trabajan fuera de casa, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), esto ha generado un aumento en el uso de dispositivos electrónicos como una solución rápida para entretener a los niños; datos de la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo (ENUT) del mismo instituto revelan que los menores de cuatro años en el país pasan en promedio entre 2.5 y 4 horas al día frente a las pantallas, dependiendo de su situación socioeconómica y de acceso a tecnología.
En 2021, el INEGI también reportó que el 92% de los hogares mexicanos tiene acceso a internet, lo que ha permitido a los niños tener mayor acceso a contenido digital a través de plataformas como YouTube y Netflix.
Diversos estudios, como los publicados en la revista JAMA Pediatrics en 2019 y el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en 2018, señalan que el consumo excesivo de contenido altamente estimulante puede generar trastornos de atención y ansiedad. La sobrecarga sensorial derivada de los colores brillantes, las animaciones rápidas y las canciones pegajosas puede dificultar la capacidad de los niños para concentrarse en tareas más simples o relajarse adecuadamente. Este tipo de estimulación constante también puede interferir con el desarrollo del lenguaje y las habilidades motoras finas, puntos cruciales para el desarrollo en los primeros años de vida.
Además, la exposición a pantallas antes de dormir, comúnmente asociada con el consumo de series como CoComelon, ha demostrado en estudios que interfiere con la calidad del sueño, lo que puede resultar en problemas de regulación emocional y mayor irritabilidad. En este contexto, resalta que el uso de la serie cerca de la hora de dormir podría alterar los patrones de descanso de los niños, que son fundamentales para su bienestar general.
La historia de CoComelon: de canal de YouTube a fenómeno global
CoComelon surgió en 2006 como un canal en YouTube bajo el nombre de “ABCkidTV”. Su creador fue Jay Jeon, quien, junto con su esposa, comenzó a producir videos educativos para niños pequeños. La idea original era crear contenido que ayudara a los niños a aprender de manera divertida y dinámica, utilizando canciones simples y animaciones coloridas. Con el tiempo, el canal fue ganando popularidad y, en 2018, fue renombrado como CoComelon.
En 2020, CoComelon fue adquirido por Moonbug Entertainment, una empresa que se especializa en la creación y distribución de contenido infantil. Con este movimiento, la serie alcanzó aún mayor visibilidad, al incorporarse a plataformas de streaming como Netflix y expandirse a una audiencia global.
La empresa Moonbug Entertainment, que también es responsable de otros contenidos infantiles como Little Baby Bum y Blippi, ha jugado un papel clave en la creación y distribución de programas que están diseñados para entretener y educar a los más pequeños. Gracias a la gran difusión de CoComelon en plataformas de streaming y su presencia en YouTube, impulsada por el algoritmo, la serie ha logrado convertir sus canciones en himnos que producen inmediatas y particulares reacciones por parte de sus pequeños consumidores.
Un análisis comparativo: CoComelon vs. otras series infantiles
El fenómeno de CoComelon no es aislado, ya que hay una creciente presencia de contenido infantil en plataformas de streaming y en YouTube. Para entender mejor su impacto, es importante compararlo con otros programas educativos populares como Plaza Sésamo y Barney, que siguen siendo clásicos infantiles.
Plaza Sésamo vs CoComelon:
Plaza Sésamo, una de las series más emblemáticas de la televisión infantil, se lanzó en la década de 1960 y tiene un enfoque más interactivo que fomenta la participación activa de los niños. A través de personajes como Elmo, Lola y Everardo, Plaza Sésamo utiliza una combinación de marionetas, canciones y segmentos educativos que invitan a los niños a reflexionar sobre temas sociales y emocionales, como la amistad, la diversidad y el respeto. Su ritmo es más lento y sus tomas menos frecuentes, lo que permite que los niños procesen la información a un ritmo más adecuado para su edad.
Por otro lado, CoComelon se caracteriza por un ritmo rápido, donde las tomas y las escenas cambian constantemente, lo que busca mantener la atención de los niños con estímulos visuales y auditivos rápidos. Aunque este enfoque puede parecer atractivo a corto plazo, puede tener efectos adversos sobre la capacidad de los niños para concentrarse y procesar información, como se menciona en estudios de la American Academy of Pediatrics.
Barney vs CoComelon:
Barney también destaca por su tono educativo y amigable, con canciones pegajosas y personajes que interactúan de manera física con los niños. Al igual que CoComelon, Barney ofrece un contenido accesible, pero a diferencia de la serie digital, se enfoca más en la interacción social y emocional. Los episodios de Barney tienen un ritmo más pausado y promueven la participación activa de los niños a través de juegos y canciones, sin depender tanto de la estimulación sensorial rápida.
En cambio, CoComelon depende más de la velocidad y la intensidad de las animaciones, lo que puede llevar a los niños a una sobrecarga sensorial.
¿Qué necesitan los niños mexicanos?
Aunque CoComelon y otros contenidos digitales tienen un fuerte atractivo debido a sus recursos visuales y sonoros, los expertos señalan que es crucial que los padres sean conscientes de los riesgos de la sobreexposición a pantallas. En el contexto mexicano, donde los padres enfrentan jornadas laborales largas, el uso de dispositivos como herramienta para entretener a los niños es común, pero esta práctica puede tener repercusiones negativas en el desarrollo emocional y social de los más pequeños.
La recomendación de los expertos es que, si bien los programas educativos como CoComelon pueden ser útiles en dosis limitadas, los niños deben tener acceso a una variedad de estímulos, que incluyen interacciones sociales, actividades físicas y descanso adecuado. Las series más tradicionales como Plaza Sésamo y Barney, con su enfoque en la interacción y la participación activa, pueden ser una mejor alternativa, ofreciendo un ritmo más adecuado al desarrollo cognitivo y emocional de los niños.
Opiniones negativas y advertencias en redes sociales
En las redes sociales, CoComelon ha recibido tanto críticas como advertencias de padres y expertos sobre su impacto en los niños. Muchos padres han compartido su preocupación sobre el tiempo excesivo que sus hijos pasan frente a la pantalla, citando que la serie no solo es demasiado estimulante, sino que también se vuelve adictiva para los más pequeños.
Las publicaciones en plataformas como Facebook y Twitter incluyen comentarios de padres que mencionan que sus hijos no quieren hacer otra cosa más que ver CoComelon, lo que genera frustración en los padres por la dificultad para desconectar a los niños de la pantalla.
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