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Al ser cuestionada sobre las medidas que tomará el gobierno, en torno a las recientes denuncias sobre extorsiones sexuales por parte de conductores de pipas hacia mujeres de alcaldías como Iztapalapa y Xochimilco, que no cuentan con servicio de agua, la presidenta Sheinbaum indicó que deberán emprenderse investigaciones.
Durante la conferencia de prensa de este lunes, la mandataria reconoció que no tenía conocimiento sobre tal situación hasta esta mañana, sin embargo señaló que los hechos tendrán que ser investigados por las autoridades pertinentes de la Ciudad de México.
La presidenta Sheinbaum indicó que la labor de investigar las denuncias de extorsiones sexuales a cambio de servicios básicos como el agua le corresponde a la jefa de gobierno, Clara Brugada:
“Primero que se investigue para ver si es que está ocurriendo realmente esta situación, y pues ahí con la jefa de gobierno que se tomen cartas en el asunto, Clara es una mujer muy sensible y estoy segura que lo va a atender”, expresó la presidenta.
La situación fue expuesta durante un foro sobre el agua organizado por el Congreso de la Ciudad de México; de acuerdo con el diario La Jornada, Jorge Alberto Arriaga, coordinador ejecutivo de la Red del Agua de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) reveló en el evento que mujeres de colonias como Iztapalapa y Xochimilco han sido víctimas de extorsión sexual por conductores de pipas para poder contar con el servicio de agua.
El académico ahondó en que la falta del servicio ha comenzado a convertirse en un problema de dimensión sexual y de género de la que poco se habla y de la que son víctimas las mujeres más pobres.
En este sentido, Arriaga expuso que de una muestra de 600 mujeres habitantes de ambas alcaldías, 5 por ciento vivió extorsión sexual, es decir, que intercambian sexo por acceso al agua. Agregó que el 50 por ciento de las entrevistadas dijeron que vivieron violencia sexual por los operarios de las pipas.
“Es el peor de los actos de corrupción que puede haber y se exacerba cuando la dotación no es frecuente, porque son las mujeres quienes tradicionalmente se encargan de llevar el agua a sus hogares. Se tienen que esperar en la pipa, y el operador, que no tiene un mecanismo de vigilancia, cobra con dinero, y si la mujer no tiene y necesita el agua, un mecanismo que tiene para pagar es el sexo”, reveló.
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