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La presidenta Sheinbaum dijo esta semana que su administración revisará las situaciones relacionadas con conflictos de interés por parte de los servidores públicos, en específico en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, dependencia en la que, Revista Fortuna descubrió, se dio en el sexenio pasado un fenómeno de puertas giratorias.
El reportaje, realizado por Claudia Villegas, detalla que ex funcionarios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) renunciaron a sus puestos en el servicio público para integrarse al equipo directivo del fondo de capital privado Mexico Infraestructure Partners (MIP), contratado por el gobierno federal para operar los esquemas de financiamiento y pagar, al menos durante la próxima década, a los inversionistas con participación en instrumentos de los mercados de valores, diseñados para refinanciar la compra de las 13 plantas de Iberdrola en 6,000 millones de dólares.
Este traspaso bidireccional de roles y funciones entre el sector público y el sector privado es una mala práctica, conocida como “puertas giratorias” que pueden generar corrupción y conflictos de interés.
Sin embargo, los exfuncionarios de la Secretaría de Hacienda pudieron llevar a cabo estos movimientos porque la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en su momento, declaró inconstitucional una disposición en la Ley de Austeridad Republicana, impulsada por el presidente López Obrador, que establecía que los funcionarios no podían, al menos durante 10 años, laborar en empresas privadas tras haberlo hecho en instituciones gubernamentales porque esto constituía un conflicto de interés.
Sobre este caso, a pregunta expresa de Revista Fortuna, la presidenta Sheinbaum aseguró que se revisará nuevamente dicha ley, que actualmente se encuentra en la Cámara de Diputados a espera de ser aprobado, para que no se repitan casos como el que ocurrio en el sexenio del expresidente Ernesto Zedillo.
“Que privatizó los ferrocarriles. Hubo empresas que se vieron beneficiadas de esa privatización. Sale del gobierno y se va a trabajar a la empresa que se vio beneficiada con la privatización. O Iberdrola, que no sabemos cuál es la relación de Calderón con Iberdrola en su momento”, recordó
Durante su conferencia de prensa matutina, la mandataria confirmó que, en efecto, estas prácticas constituyen un conflicto de interés:
“Tú no puedes beneficiar a una empresa siendo servidor público para que después te contrate con sueldos millonarios”, agregó.
La austeridad republicana es para todos y para todas, dijo Sheinbaum, ya que los sueldos, desde los de trabajadores hasta los de grandes empresarios, provienen de los impuestos del pueblo, ya que se paga con el IVA al comprar un producto.
“Entonces, esos conflictos de interés quedaron en el pasado, eso es lo que llamamos la separación del poder político del poder económico. Entonces, sí lo vamos a revisar”, concluyó.
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