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A nivel mundial, la corrupción representa el 5% del PIB. En México, antes de 2018, el 4.5% del valor de los contratos eran sobornos; para las empresas la corrupción fue la principal limitante para sus inversiones, expuso la Secretaría Buenrostro. Ante esta problemática, en campaña la Dra. Claudia Sheinbaum planteó enfocar el concepto de la Secretaría de la Función Pública a la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno.
Durante la presentación de esta nueva entidad, en la conferencia de prensa de este jueves, explicó que combatirá la impunidad al interior del gobierno, cambiando su modelo correctivo a uno preventivo, explicó Raquel Buenrostro, quien será la titular de la entidad.
En esto se enfocará dicha Secretaría:
- Dignificar la carrera del servidor público.
- Dar acompañamiento preventivo a las instituciones y blindar programas prioritarios desde un inicio.
- Modernizar la administración para inhibir la corrupción.
- Consolidar compras públicas transparentes.
- Transparencia proactiva.
- Sumar a la sociedad y al sector privado.
- Enfocar a las OIC en áreas de mayor impacto y relevancia.
- Fortalecer la cultura de la denuncia y garantizar su confidencialidad.
- Realizar investigaciones para inhibir la corrupción.
- Combatir la impunidad.
De acuerdo con la secretaria Buenrostro, la corrupción tiene que ser erradicada porque elimina el Estado de derecho, inhibe las inversiones, resta eficiencia y confianza en las instituciones, genera desigualdad en la sociedad, reduce los ingresos gubernamentales y limita el acceso a los servicios públicos.
En este sentido, la funcionaria aseguró que entre 2017 y 2023 la tasa de corrupción disminuyó 11% y la percepción sobre esta práctica 8.3 llegando a niveles históricos.
Por otro lado, Buenrostro dio a conocer que, durante los 100 días de gobierno, la secretaría que encabeza trabajará en colaborar con la Consejería Jurídica, la Secretaría de Hacienda y otros sectores clave para reestructurar la administración pública, buscando una mayor eficiencia.
Con este cambio, dijo la secretaria, “se busca empezar a separar el poder político del poder económico. ¿Eso qué significa? Que el gobierno, en lugar de estarse preocupando siempre por beneficiar a los grupos más poderosos, a los más ricos, está viendo por el bien del pueblo”, comentó.
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