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El embajador de Estados Unidos en México es ubicado en el centro de la escena por la presidenta, Claudia Sheinbaum. Un tensión que no estaba en los planes de nadie…
Apenas asumió a la presidencia, Claudia Sheinbaum tuvo un claro objetivo y evidentemente está teniendo su efecto: demostrar personalidad. A la mandataria la espera una economía delicada, un contexto mundial muy complejo y una relación con Estados Unidos en estado de ebullición. Las elecciones presidenciales en Estados Unidos provoca una tensión lógica porque Trump (candidato republicano) considera al país prácticamente como un enemigo, México esperaría un triunfo de Kamala y con ello se desprenden daños colaterales.
En las últimas horas, Sheinbaum decidió dar un paso adelante y le marcó los límites a Ken Salazar, el embajador de Estados Unidos en México. Con el correr de los días y luego de analizar la situación, Sheinbaum fue categórica e implementó una nueva estrategia para poner orden al diálogo entre el cuerpo diplomático estadounidense y los funcionarios mexicanos, limitando sus movimientos.
“A veces el embajador acostumbra llamar a un secretario, otro secretario, a otro secretario. Entonces ahora le avisamos que si quiere tocar algún tema relacionado con Secretaría de Energía porque hay empresarios estadounidenses interesados en invertir y quieren saber la disponibilidad, será a través de la cancillería”, comenzó marcando Sheinbaum. A entender de la presidenta, Ken Salazar tenía muchos privilegios, y ahora si quiere contactarse con el Gobierno, tendrá que hacerlo a través de la cancillería, siendo marginado del centro de poder.
“Se estableció y se establecieron una serie de lineamientos generales. Juan Ramón de la Fuente, se reunió con el embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, nosotros tenemos buena relación con todos los países del mundo, con todos, siempre va a ser así”, sentenció Sheinbaum, aunque la realidad sería otra.
En las últimas semanas, Ken Salazar tuvo algunos desencuentros con el expresidente López Obrador, quien decidió imponer una pausa en la relación con la embajada de Estados Unidos en México. Luego de ello, Salazar también tuvo críticas contra la reforma al Poder Judicial y ahora se termina dando este desenlace.