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Donald Trump, candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, dijo el domingo que, de ser electo presidente, impondrá aranceles de hasta un 200% a los vehículos importados de México.
Donald Trump hizo sus declaraciones sobre los aranceles mientras se comprometía a reforzar la industria automovilística estadounidense. De acuerdo con datos oficiales México exportó alrededor de 3 millones de vehículos a Estados Unidos en 2023, y los tres fabricantes de automóviles de Detroit representaron alrededor de la mitad de esas exportaciones.
Sin embargo, los expertos han dicho que sus planes podrían aumentar los precios de los vehículos.
Anteriormente, Donald Trump había prometido que si resulta electo de nuevo presidente impondría un arancel del 100% a los automóviles y camionetas importadas con el objetivo de ayudar a la industria automovilística nacional, pero mientras hablaba en un mitin en un aeropuerto de Juneau, en el estado Wisconsin, duplicó la cifra.
“Pondremos un arancel del 200% si tenemos que hacerlo”, dijo Trump. “No vamos a dejar que ocurra. No vamos a dejar que esos autos entren en Estados Unidos”
El expresidente hizo campaña en Wisconsin por cuarta vez en ocho días, subrayando la importancia que su campaña está dando al estado a menos de un mes de las elecciones.
Los sondeos de opinión han mostrado a Harris, vicepresidenta de Estados Unidos, con una ligera ventaja en Wisconsin después de que el estado favoreció al presidente Joe Biden frente a Trump hace cuatro años.
Tanto Harris como Trump han invertido una enorme cantidad de tiempo, dinero particularmente en Michigan, Pensilvania y Wisconsin, considerados estados claves para la victoria en el colegio electoral estadounidense.
Cabe resaltar que Trump arrasó en esos estados en 2016 frente a la demócrata Hillary Clinton en su camino hacia la presidencia. Biden hizo lo mismo en 2020.
Pero ¿Por qué quiere hacer esto?
Donald Trump propuso aumentar los aranceles a los autos fabricados en México durante su presidencia y campaña de reelección. En resumen, su objetivo principal era fomentar la producción nacional, proteger empleos, reducir el déficit comercial y utilizar los aranceles como herramienta de presión política y económica.
Trump argumentaba que los bajos costos de producción en México, combinados con las políticas comerciales existentes, incentivaban a las empresas automotrices a trasladar sus operaciones fuera de Estados Unidos, lo que afectaba el empleo en el sector industrial del país. Al aumentar los aranceles, esperaba que las empresas se vieran obligadas a producir más autos en EE. UU. y así preservar los empleos.
Por otra parte, Donald Trump ve un déficit comercial con México como un problema, especialmente en productos manufacturados. Incrementar los aranceles sería parte de su estrategia para reducir ese déficit, al encarecer los productos mexicanos y hacer más competitivos los productos estadounidenses.
Aunado a esto, en algunos momentos, Trump utilizó la amenaza de imponer aranceles a los productos mexicanos, incluidos los automóviles, como una forma de presionar al gobierno de México para que tomara medidas más estrictas en el control de la inmigración ilegal hacia Estados Unidos.
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