La columna de Jorge Flores Kelly|| México y la industria automotriz en el centro del Nearshoring

México y la industria automotriz en el centro del nearshoring
México y la industria automotriz en el centro del nearshoring

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El contexto actual del comercio internacional y las tensiones tecnológicas entre Estados Unidos y China han creado una coyuntura crítica para el futuro de la industria automotriz. Recientemente, el Departamento de Comercio de EE. UU. anunció una nueva regla que exigiría a General Motors (GM.N) y Ford Motor (F.N) detener la importación de vehículos desde China, debido a preocupaciones relacionadas con el software y hardware chinos, según informó un funcionario a Reuters este lunes. Esta propuesta también afectaría a otros fabricantes que venden o ensamblan vehículos en Estados Unidos, como Volvo Cars y BYD. A diferencia de los aranceles comerciales anteriores, esta regla se enfoca específicamente en mitigar riesgos de seguridad tecnológica, abriendo una ventana de oportunidad para el nearshoring en México, mientras que compañías como Volvo enfrentarán obstáculos adicionales.

México ha emergido como el destino más atractivo para la relocalización de cadenas de producción automotriz desde Asia hacia Norteamérica. F

México ha emergido como el destino más atractivo para la relocalización de cadenas de producción automotriz desde Asia hacia Norteamérica.

México ha emergido como el destino más atractivo para la relocalización de cadenas de producción automotriz desde Asia hacia Norteamérica. Factores como la proximidad geográfica, los costos laborales competitivos y, sobre todo, la estabilidad proporcionada por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), consolidan al país como un pilar clave en la industria global.

Las ventajas de México no son nuevas; su capacidad instalada, mano de obra calificada y la red de proveedores robusta han permitido que empresas automotrices transnacionales como Ford y GM tengan una sólida presencia en el país. Sin embargo, la reciente coyuntura global ha amplificado la importancia de México en el reordenamiento de las cadenas productivas, situándolo en una posición aún más relevante. Este proceso, conocido como nearshoring, no solo reduce los tiempos y costos logísticos para las empresas estadounidenses, sino que también mitiga riesgos geopolíticos y de seguridad tecnológica asociados con China.

 

¿Por qué es tan difícil el Reshoring hacia Estados Unidos?

A pesar del debate en torno al reshoring, el regreso de la producción a Estados Unidos es más una aspiración que una realidad viable para muchas empresas. Los costos laborales significativamente más altos en EE. UU., sumados a la falta de infraestructura de manufactura de alta capacidad, hacen que este proceso sea, en la práctica, difícil y costoso. Relocalizar plantas industriales implica no solo la construcción de nuevas instalaciones, sino también el reentrenamiento de una fuerza laboral que ha migrado hacia otros sectores más avanzados tecnológicamente o hacia servicios. Esto, junto con las exigencias de automatización para compensar los altos costos laborales, requiere inversiones sustanciales, lo que pone en duda la viabilidad del reshoring a gran escala.

 

Además, las cadenas de suministro globales para la industria automotriz se han vuelto extremadamente complejas y están integradas en varias regiones. Desmontar estas redes en Asia para reubicarlas en EE. UU. no es solo una cuestión de infraestructura o costos laborales, sino también de tiempos de transición que las empresas no pueden permitirse en un entorno tan competitivo.

 

Las Ventajas Claras para Ford y GM en México

Para empresas como Ford y General Motors, México representa una solución óptima ante las nuevas restricciones estadounidenses sobre vehículos producidos en China. Ambas compañías ya tienen una presencia sólida y probada en el país. Las plantas automotrices de Ford y GM en México cuentan con capacidad de producción avanzada y una infraestructura de proveedores altamente desarrollada. Esto les permite trasladar líneas de producción de manera eficiente y sin los costos asociados al reshoring en EE. UU.

 

Un ejemplo reciente es la producción del Buick Envision y del Lincoln Nautilus, vehículos que actualmente se ensamblan en China. La relocalización de su producción hacia México no solo sería una respuesta rápida y efectiva para cumplir con las nuevas regulaciones, sino que también aprovecharía las ventajas del T-MEC, lo que reduce o elimina barreras arancelarias para la exportación hacia Estados Unidos. Además, los costos laborales competitivos en México y su ubicación estratégica permiten que los márgenes de ganancia sigan siendo atractivos para estas compañías.

 

El ecosistema automotriz mexicano no solo ofrece costos reducidos, sino que también facilita la integración de innovación tecnológica y capacidades de manufactura avanzada. Este entorno, junto con las ventajas geográficas y de tratados comerciales, hace que el nearshoring a México sea una opción mucho más viable y rentable que intentar el reshoring hacia Estados Unidos.

 

El Caso de Volvo: Un Camino Más Complicado

Volvo, sin embargo, enfrenta un desafío mucho mayor. Como parte del conglomerado chino Geely, Volvo está directamente expuesta a las preocupaciones regulatorias de EE. UU. en torno a la seguridad tecnológica, especialmente porque las nuevas restricciones afectan tanto a los vehículos ensamblados en China como al uso de software y hardware desarrollados en ese país. Esta situación coloca a Volvo en una posición más vulnerable, ya que tendría que asegurar que cualquier componente tecnológico en sus vehículos no esté vinculado a China, lo cual es particularmente difícil dado su control por parte de Geely.

 

A diferencia de Ford y GM, Volvo no cuenta con la misma infraestructura en México, lo que incrementa la complejidad de trasladar operaciones. Además, cualquier intento de relocalización podría enfrentarse a revisiones adicionales por parte del gobierno de EE. UU. debido a su vínculo directo con una compañía china, lo que dificultaría aún más el cumplimiento de las normativas. Esto hace que el futuro de Volvo en el mercado estadounidense sea incierto, al menos en el corto plazo.

 

Conclusión: México, la Opción Natural ante las Restricciones

El nearshoring es claramente la solución más práctica para los fabricantes automotrices que buscan cumplir con las nuevas restricciones comerciales de Estados Unidos. México, con sus ventajas en costos, infraestructura y acuerdos comerciales, se posiciona como el destino natural para las empresas que desean relocalizar su producción de China.

 

Para Ford y GM, México ofrece una solución rápida y rentable, mientras que, para Volvo, su vinculación con China complica considerablemente su capacidad de respuesta. En cualquier caso, la oportunidad para México de fortalecer su posición como hub automotriz de Norteamérica es clara, y las empresas que aprovechen esta ventaja consolidarán su competitividad en un entorno cada vez más exigente.

Jorge Flores Kelly es experto en relocalización de cadenas productivos, ganó el Premio Nacional de Economía de Banamex, fundó Observatorio Nearshoring y es autor de México Piensa Positivo https://www.amazon.com.mx/M%C3%A9xico-piensa-positivo-Jorge-Flores-ebook/dp/B08C9M5DXJ

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