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La volatilidad semanal de la divisa mexicana reflejó el nerviosismo de los inversionistas por la incertidumbre por las reformas al Poder Judicial y la desaparición de órganos autónomos, cuya discusión avanza en el Congreso con una mayoría simple del partido en el Gobierno, y el temor que una nueva configuración Legislativa en septiembre, con una mayoría calificada, pueda alterar todavía más la institucionalidad fincada en Democracia.
El efecto Powell resultó de beneficio para los mercados financieros mexicanos durante la jornada del viernes: la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) finalizó con un avance de 0.33%, revirtiendo con tres sesiones consecutivas de pérdidas, mientras el peso mexicano avanzó 2.3% su mejor jornada desde el 2020, luego de cuatro sesiones al hilo de minusvalías.
El viernes el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, declaró que había “llegado el momento” de que el banco central recorte la tasa de interés después de más de dos años de un ciclo alcista, y cuando los crecientes riesgos del mercado laboral no dejan espacio a una mayor debilidad de la economía, en medio de una inflación cerca al objetivo del 2%.
La Fed, el banco central en la economía más grande del mundo, tiene el doble mandato de combatir la inflación y alcanzar el pleno empleo.
Durante la semana, sin embargo, hubo elementos negativos que impactaron el desempeño de los mercados financieros del país.
Firmas de inversión globales recomendaron reducir posiciones en activos mexicanos ante el ruido generado por el avance de un conjunto de reformas en el Congreso con una mayoría representada por el partido en el Gobierno, las cuales causan incertidumbre, entre ellas, las de cambios trascendentales del Poder Judicial y la desaparición de los organismos autónomos que operan en el país, esta última una propuesta avalada el mismo viernes por el pleno Legislativo.
También el viernes, el consejo general del organizador de las elecciones, el INE, votó por asignar diputados plurinominales suficientes a la coalición gobernante para realizar cambios a la Constitución a partir de la instauración del nuevo Congreso el 1 de septiembre.
Pérdidas
En el balance semanal, el principal índice de la BMV concluyó con un retroceso de 1.1%, situando en los 53,490.92 enteros, mientras que el peso exhibió una depreciación de 2.48%, en las 19.10 unidades por dólar, alcanzado en el periodo niveles máximos de 19.5450. El balance deficitario ubicó al peso como la divisa más depreciada en la semana.
El manejador de fondos de inversión local, Actinver, destacó que el peso acumula una depreciación en el año de 12.6%, en tanto que el índice líder de la BMV exhibe minusvalías de 6.8%.
En contraste, las bolsas de valores de Estados Unidos reportaron ganancias semanales por la expectativa de recortes en las tasas de interés que puedan cambiar la perspectiva de una desaceleración económica. De esta forma, el índice industrial Dow Jones registró una ganancia de 1.27%, con semanas de ganancias y solamente con una distancia de 0.49% de su máximo histórico.
La bolsa de valores tecnológicos Nasdaq, a su vez, mostró un avance de 1.40%, ganando por segunda semana consecutiva luego de caer por cuatro semanas al hilo. El S&P 500 ganó 1.45% en la semana.
En el ámbito local, Gabriela Siller, directora de análisis de Grupo Financiero Base, mencionó un incremento al riesgo sobre México. En la semana, la firma de corretaje Morgan Stanley rebajó su recomendación del portafolio de inversión sobre el país a “sub ponderar” (Under Weight) ante la reforma al Poder Judicial.
Entre sus argumentos, Morgan destacó que la sustitución del Sistema Judicial aumentaría las primas de riesgo del país y limitaría el gasto de capital en momentos en que el nearshoring, que representa el potencial económico de México, está alcanzado cuellos de botella.
El movimiento implica directamente las acciones que componen el principal índice bursátil de la bolsa local, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), representado por compañías líderes en su sector, como América Móvil, Fomento Económico Mexicano (FEMSA), Cemex y Bimbo.
Citigroup, a su vez, removió al peso mexicano de su recomendación de “sobreponderar” debido el fortalecimiento del yen y la incertidumbre que causa la reforma Judicial.
Preocupaciones
Otro evento que tomaron en cuenta los mercados locales fue el pronunciamiento de los embajadores de Canadá y EU en México sobre la preocupación de sus inversionistas nacionales; el embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, publicó una declaración en el sentido de que la elección directa de jueces “es un gran riesgo para la democracia en México”, que amenaza también la relación comercial histórica con EU.
“A pesar de que en la semana el principal determinante de la depreciación del peso fue la incertidumbre por la política interna, el desempeño del yen sigue siendo relevante y es probable que continúe apreciándose en semanas posteriores, elevando el riesgo de una depreciación del peso mexicano” expuso Siller sobre el derrotero de la moneda asiática, que había sido un activo clave en las operaciones de carry trade sobre el peso.
El carry trade refiere inversiones en un país como producto del diferencial de tasas de interés, lo que ocurrió por meses cuando inversionistas solicitaban créditos baratos en Japón para invertirlos en México, con tasas de interés de doble dígito, beneficiando la entrada de dólares y el fortalecimiento de la moneda.
En la canasta amplia de los principales cruces, el peso lideró las pérdidas semanales, seguido del rublo ruso, con una depreciación de 2.12%; la lira turca, de 0.75%; el peso argentino de 0.48% y el shekel israelí de 0.47%.