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La pobreza en Argentina hace estragos tras años de malas gestiones gubernamentales. Un profundo análisis de Unicef destapa los datos sociales más crudos del país: los chicos son los más golpeados…
Javier Milei está haciendo todo lo posible para que Argentina vuelva tener una estabilidad socioeconómica. El presidente asumió hace nueve meses y tomó las medidas que entendía que eran lo mejor para su proyecto. Algunas fueron aceptadas, otras más criticadas, pero siempre sostuvo que el objetivo es, entre otras cosas, para fortalecer la economía, recuperar el salario de la gente y derrotar a la inflación que tanto golpea a la sociedad en el día a día.
Lógicamente, con las medidas de Milei, el impacto de la recesión fue profundo, la pobreza aumento indefectiblemente y según informó Unicef, un millón de chicos argentinos no tienen las cuatro comidas diarias y se van a dormir por la noche con la panza vacía, sin cenar. Siguiendo el dato de Unicef, además del millón de chicos que duermen sin cenar, mientras que otro millón y medio de menores de 18 años se saltean una comida por día.
Si a esas cifras se suman los adultos, la cifra alcanza los 4.5 millones de argentinos que no completan la alimentación diaria. En el aspecto de los adultos, hay un punto que marca la estadística y es que muchos casos se dan porque hay padres que evitan una comida para dársela a sus hijos, priorizando el hambre de ellos.
“El aumento de los precios y el estancamiento económico desde hace más de una década han incidido en la capacidad de generación de ingresos de millones de hogares con niñas y niños. Diez millones de chicas y chicos en Argentina comen menos carne y lácteos en comparación al año pasado por falta de dinero, en un contexto en el que, además, los ingresos de casi la mitad de los hogares con niñas y niños no alcanzan para cubrir gastos básicos de alimentación, salud y educación”, sostuvo el informe de Unicef.
Esta semana se conoció que el consumo de lácteos en el país está en constante caída y se encamina a ser el año con el nivel más bajo de la historia en la ingesta de estos productos. “Esta situación afecta especialmente a las personas que viven en hogares con menos acceso educativo”.
Unicef también marcó los pasos a seguir: “Se necesita una combinación de políticas y la protección de los recursos presupuestarios que se asignan a la niñez, que permitan a su vez sostener y mejorar los esquemas de protección de ingresos destinados a familias en mayor situación de vulnerabilidad”.
La pobreza alcanzó el 42 por ciento en la Argentina en el segundo semestre de 2023 y afectó a 19,5 millones de personas, mientras que el nivel de indigencia ascendió al 12 por ciento, por lo que abarca a unas 5,6 millones de personas, según los últimos datos disponibles del INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina).
Por su parte, Javier Milei cruzó al kirchnerismo por esta estadística, ya que fue el partido político que gobernó en la mayoría de los últimos 20 años en Argentina: “Están reclamando por cuestiones que parece que no existían hasta hace ocho meses. Como si la pobreza e indigencia fueran problemas que se gestan de un día para otro. Tuvimos la peor herencia de la historia. Cuando llegamos al gobierno, la economía combinaba elementos de las peores crisis económicas de la historia argentina”.