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Las señales de menor crecimiento en la principal economía mundial y una venta masiva de activos de riesgo estimularon la especulación de que la Reserva Federal tendría que recortar agresivamente las tasas de interés para ayudar a la economía de EU. En un momento el lunes, la tasa a dos años cayó 20 puntos básicos.
Los bonos del Tesoro de Estados Unidos caían el martes al disminuir la demanda de activos de refugio a nivel mundial. Información de Bloomberg indicaba que el mercado ahora enfoca su atención en una subasta de 58,000 millones de dólares (mdd) como próxima prueba del apetito de los inversionistas.
Las tasas de los bonos subían unos cinco puntos básicos a lo largo de toda la curva antes de la subasta de nuevos Treasuries a tres años en una subasta que se realizará con horario de Nueva York. La tasa de los bonos con un vencimiento similar se situaba en 3.8% tras caer hasta un 3.55% el lunes.
Es un rápido giro en el sentimiento. Las señales de menor crecimiento y una venta masiva de activos de riesgo estimularon la especulación de que la Reserva Federal tendría que recortar agresivamente las tasas de interés para ayudar a la economía de EU. En un momento el lunes, la tasa a dos años cayó 20 puntos básicos.
“Es posible que haya exageración en el sentimiento”, afirmó Jack Janasiewicz, estratega de Natixis Investment Managers. “Las pruebas apuntan ciertamente a una ralentización de la economía. Pero son dos cosas muy distintas algo de desaceleración y un freno total”.
Los operadores también están dando marcha atrás en las expectativas de fuertes recortes de la Fed este año. Los swaps descuentan ahora unos 110 puntos básicos de relajación a lo largo del año, frente a los 150 puntos básicos del lunes. Un recorte de emergencia este mes ha sido ahora descartado por los mercados.
Esta semana el Tesoro de EE.UU. subastará 42,000 mdd en bonos a 10 años el miércoles y una nueva emisión de 25.000 mdd a un plazo de 30 años el jueves.
PERSPECTIVAS TURBIAS
Los bonos mundiales subieron con fuerza el lunes ante la preocupación por una recesión económica en EU. Se vendieron casi todos los activos de riesgo y el repunte del yen japonés provocó una reversión de las operaciones de carry trade.
Los movimientos se suavizaron más tarde en el día, tras datos que mostraban que el sector servicios de EE.UU. se expandió en julio. También los banqueros centrales y los economistas se apresuraron a restar importancia a los riesgos.
La presidenta del Banco de la Reserva Federal de San Francisco, Mary Daly, afirmó que aún ve fortaleza en el mercado laboral, ya que la mayoría de las empresas aún no han recortado puestos de trabajo.
La economista Claudia Sahm, quien ha observado que los aumentos de las tasas de desempleo como el de julio suelen indicar que vendría recesión, dijo que la economía de EE.UU. había llegado a este punto en “una posición de fortaleza”.
Para Amundi SA, la economía de EE.UU. atravesará una “desaceleración ordenada” ante la solidez de los balances de las empresas y los hogares, y los bancos centrales se mostrarán proactivos a la hora de respaldar la actividad. Los recientes movimientos han hecho que los bonos del Estado parezcan menos atractivos, según los estrategas de la firma.
“Las tasas están volviendo a niveles que no se veían desde 2022, cuando las perspectivas económicas eran más sombrías de lo que parece ser el caso hoy”, escribieron en una nota los estrategas, entre ellos Guy Stear.
Es probable que los inversionistas tomaron ganancias ante la subida de los bonos. Posiciones en futuros a dos, cinco y diez años de EE.UU. cayeron el lunes, según datos publicados por la Chicago Board of Trade. El futuro a cinco años cayó más de un 1% a 6.65 millones de contratos, el mayor descenso en un año tras descontar renovaciones trimestrales.
Sin embargo, algunos inversionistas se preparan para una mayor volatilidad en el futuro. A Wei Li, estratega jefe de inversiones globales de BlackRock, le preocupa que el Banco de Japón haya elevado el riesgo de un futuro error de política al mostrarse más duro de lo que esperaban los mercados.
“Esta respuesta desmesurada en comparación con casos anteriores en que se deshacen posiciones de carry trade sugiere que hay algo más en juego en Japón que los temores de recesión, y podría tener ramificaciones globales si continúa”, dijo Li.