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Vender nostalgia es y, seguirá siendo, un jugoso negocio para los promotores deportivos, en especial para los que mueven a las selecciones nacionales cuyos países tienen un alto número de aficionados viviendo en las ciudades futboleras de los Estados Unidos como los Ángeles, Chicago, San Francisco y, por supuesto, en Miami, entre otras. Lo ocurrido el domingo en la final de la Copa América, es preocupante y una llamada de atención a tiempo para las autoridades estadounidenses.
Por Daniel Rentería
La tragedia campeó en los accesos al inmueble: colombianos y argentinos, dos de las aficiones más apasionadas y violentas de Sudamérica, rompieron las barreras y protocolos de seguridad, dejando terriblemente expuestos a mujeres y niños que buscaban ingresar de manera correcta y con boleto en mano al inmueble.
Las imágenes que vimos a través de redes sociales y luego por televisión, eran preocupantes, indignados al ver a padres y madres cargando a sus niños angustiados porque una turba de vándalos inconscientes daban portazo para ingresar, sin importarles generar una tragedia. Los elementos de seguridad, totalmente rebasados, nada, absolutamente nada podían hacer.
Aún cuando la Conmebol ha tratado de sacudirse la culpabilidad y Estados Unidos ha hecho lo propio, queda claro que lo ocurrido en Miami, es un aviso a tiempo de lo que pudiera ocurrir en la Copa del Mundo que de manera tripartita realizan Canadá , la unión americana y México. de tal manera que deberán tomarse medidas extremas para evitar desgracias en la justa mundialista del 2026.
Pero todo lo anterior es historia y queda en el olvido cuando la pelota empieza a rodar. Ya en la tribuna, colombianos y argentinos fueron uno mismo entorno a la magia del fútbol. Esa magia que sólo la de gajos es capaz de proporcionar y llevar a todos los rincones del orbe. Máxime si esa pelota es tratada con el arte, con la delicadeza y sutileza qué unicamente los artistas del balón pueden darle y cautivar a millones de personas en el mundo.
Y es que cuando el balón es manejado con esos valores artististicos, es capaz de transformar el caos y la tragedia en fiesta y alegría, hacen olvidar aunque sea por unos instantes los momentos aciagos , sufrimiento y dolor que suele acompañar al ser humano.
Ya en la cancha, queda para la historia el partido finalista entre Colombia y Argentina sumamente fuerte, áspero, de mucho músculo y ausente de talento sobretodo en los primeros 45 minutos. El encuentro poco ofrecía a la tribuna, el espectador sufría, la angustia hacía presa de cada uno de los casi 80 mil espectadores en la gradas y millones en el mundo ante la Televisión y dispositivos móviles. Chispazos, solo eso salía de los pies de los 22 futbolistas que corrían y luchaba en aras del gol que los llevara al reino futbolistico del continente americano. Fue una primera parte que mantuvo en vilo a los argentinos que no encontraban la fórmula del buen accionar en la cancha, el dominio era de los coterráneos de Gabriel García Marquez, que desde el pueblo de Macondo y con las mariposas amarillas volando sobre el estadio, acompañaban en el fragor de la batalla a los colombianos que intentaban seguir con su marca de casi 30 partidos sin perder. Sin embargo, esa posibilidad se fue diluyendo conforme avanzaban las manecillas de reloj y la albiceleste liderada por su capitán Lionel Messi, tenía sus propios planes…
Ceñida la corona conquistada en Brasil 2021, le correspondía la defensa en Estados Unidos 2024.
Si bien es cierto que los actuales Campeones del mundo habian vivido hasta hace tres años una sequía de títulos continental de 28 años entre 1993, cuando por cierto con goles de Batistuta vencieron en la final a la selección mexicana de Jorge Campos, Hugo Sánchez, Beto Aspe, Claudio Suarez, entre otros dirigida por Miguel Mejía Barón.
Desde entonces, la albiceleste no había dado una vuelta olímpica, que ahora son una costumbre internacional.
Cuando el partido vivía sus mejores momentos, en la parte final del mismo, se vislumbraba, se respiraba, optimismo para Argentina y momentos aciagos para Colombia… El final del encuentro fue un desahogo para los cafeteros, era el momento de replantear la táctica para los tiempos extras que significaban esperanza y fortalecimiento. Sin embargo, Argentina tenía otros planes y de la mano o mejor dicho del pie derecho de Lautaro Martínez, a los seis minutos del segundo tiempo extra, destrabó un duelo muy cerrado y le dio a una histórica selección argentina un triple título sin antecedentes en Sudamérica: dos Copas Américas (2021 y 2024) y un Mundial (Qatar 2022). Gesta deportiva que sólo España, del otro lado del océano, había conseguido entre 2008 y 2012, con dos Eurocopas y una Copa del Mundo.
Éste título argentino representa un bálsamo en un país religiosamente futbolero que políticamente ha vivido momentos combulsos política y económicamente.
Felicidades a Argentina, felicidades a su emblemático jugador Di Maria, que dice adiós a la selección y muy pronto al fútbol. Lo gano e hizo ganar todo a la albiceleste qué le debe mucho a este gran jugador que a pesar de la sombra de Messi se mantuvo como un referente, respetado y admirado que han hecho historia con los campeones del mundo.
Mientras eso pasaba en este lado del mundo, en el otro lado del charco, unas horas antes de ese mismo domingo, en Alemania, España consolidaba un gran proceso futbolistico, alcanzando el trono Europeo… de la mano de un adolescente de 17 años, llamado Lamine Yamal, la furia roja conquistó el viejo continente superando al equipo de la rosa, al cuadro de la realeza, al conjunto qué llego con pocas expectativas pero que con base a un fútbol inteligente y mesurado, fue escalando peldaños en el torneo hasta llegar a la gran final.
Sin embargo, España venía envalado, la furia roja, consolidó rápidamente sus figuras y las maduró futbolisticamente y lo demostró en cada partido de la Euro, fue paso a paso hasta lograr el título y hoy por hoy, el fútbol español goza de cabal salud.
Felicidades a Argentina y felicidades España. dos selecciones que desde ya son favoritas para buscar el título en el mundial del 2026.
Por lo pronto el domingo 14 de Julio, queda enmarcado en la historia del fútbol, como el domingo que la pelota puso a bailar al mundo al ritmo del Tango y del Flamenco.
Que viva España!!!
Que viva la Argentina
Que viva el fútbol!!
DRB360
Daniel Rentería Beiza
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