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La gran mayoría de los responsables de la política monetaria consideró que el crecimiento de la actividad económica parecía estar enfriándose con una postura restrictiva en la actual orientación de la política, lo que hace susceptible frenar aún más a la economía y la inflación.
Las autoridades de la Reserva Federal reconocieron en su última reunión de política que la economía estadounidense parece estar desacelerándose y que “las presiones sobre los precios están disminuyendo”, pero aconsejaron esperar antes de comprometerse a recortar las tasas de interés, según las minutas de la reunión de dos días celebrada el 11 y 12 de junio.
Las minutas, difundidas este miércoles, refirieron en particular la débil lectura de mayo del Índice de Precios al Consumo como uno de los “varios acontecimientos en los mercados de productos y de trabajo” que respaldan la opinión de que la inflación se está desacelerando, de acuerdo con información de la agencia Reuters.
Aun así, los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) “no esperaban que fuera apropiado reducir el rango objetivo para la tasa de los fondos federales hasta que haya más información que les de mayor confianza en que la inflación se está moviendo de forma sostenible”, hacia el objetivo del 2%.
Faltó evidencia
Hasta ahora, la mejora ha sido modesta, por lo que no estaba justificada esa medida, pese a los indicios de que la economía avanzaba hacia un crecimiento más lento y una menor presión sobre los precios, según las minutas.
“La gran mayoría de los participantes consideró que el crecimiento de la actividad económica parecía estar enfriándose gradualmente, y la mayoría de los participantes señaló que considera restrictiva la actual orientación de la política monetaria” y, por tanto, susceptible de frenar aún más la economía y la inflación.
Al votar a favor de mantener la tasa oficial entre el 5.25% y el 5.5%, donde ha permanecido durante un año, “los participantes indicaron que los avances en la reducción de la inflación habían sido más lentos este año de lo que esperaban el pasado diciembre”, según las minutas, y “algunos participantes” insistieron en la necesidad de ser pacientes antes de reducir los tipos, mientras que “varios” mencionaron la posible necesidad de subirlos más si resurgía la inflación.
El comunicado de política del 12 de junio no mostró que el Índice de gastos de consumo personal (PCE), esto es, el indicador que siguen los oficiales de la FED, aumentó en mayo en 0.2% mensual y 3% a tasa anual, el ritmo más lento en más de dos años, un dato alentador que llegó tarde a las deliberaciones de política monetaria.
Recortes posibles
Además de mantener las tasas estables, las autoridades monetarias retrasaron en la reunión de junio el esperado inicio de los recortes de tasas, con nuevas proyecciones que muestran que los responsables de política de la Fed anticipan sólo una baja de un cuarto de punto porcentual este año, frente a las tres previstos en la reunión de los días 19 y 20 de marzo.
La próxima reunión de la Fed se celebrará el 30 y 31 de julio, y se espera que la tasa de referencia se mantenga estable. Para entonces, las autoridades habrán recibido información actualizada sobre el mercado laboral con la publicación del viernes de esta semana del informe de empleo de junio, el informe del IPC de junio el 11 de julio y una estimación inicial del crecimiento económico del segundo trimestre, programado para el 25 de julio.