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Sin reformas estructurales, la economía mexicana crecerá a un máximo 4% anual durante la actual administración, calcula la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en los Criterios Generales de Política Económica 2013.
En 2013 y 2014 el producto interno bruto (PIB) del país crecerá 3.5 y 3.9%, respectivamente, y después se llegará a una tasa de 4% que permanecerá hasta el 2018.
El único motor para México será Estados Unidos, ya que para el mediano plazo se anticipa que los ingresos petroleros perderán importancia en la economía y se observará un avance moderado en la recaudación.
Durante el periodo 2013-2018, el PIB de EU se expandirá a un promedio de 2.9 por ciento, suponiendo que sus finanzas públicas se ajustarán dada la necesidad de reducir el déficit fiscal.
Bajo ese escenario y sin considerar un desajuste mayor en esa economía y en los mercado financieros internacionales, en el mediano plazo, Hacienda anticipa que las exportaciones mexicanas lograrán un dinamismo mayor al esperado.
“En este contexto, es previsible que en el periodo 2014-2018 la demanda externa de México se incremente a un ritmo más elevado que el esperado para 2013, de manera congruente con el crecimiento esperado para la economía estadounidense y particularmente con el desempeño de su producción industrial.
“No obstante, es importante reiterar que el comportamiento de la economía mexicana en el mediano plazo también estará determinado por los avances que se alcancen en las reformas estructurales que requiere el país”, destaca el análisis.
Por otro lado, se prevé que los ingresos petroleros pasarán de 7.4% del PIB en 2013 a 6.9% en 2018.
“La disminución en los ingresos petroleros como porcentaje del producto se debe principalmente al crecimiento de éste último, en el contexto de una plataforma de producción con un crecimiento moderado, un nivel relativamente estable en los precios internacionales y un nivel creciente en las ventas internas”, se explica en el documento.
Entre 2014 y 2018, la plataforma de producción de petrolero pasará de 2.55 millones de barriles diarios a 2.62 millones; en tanto que las exportaciones pasarán de 1.16 millones a 972 mil barriles diarios para el mismo periodo, destacan las previsiones.
Con la evolución observada en los últimos años y las previsiones de los mercados de futuro, Hacienda anticipa que el precio de la mezcla mexicana de exportación se ubicará en 84.9 dólares el próximo año y avanzará lentamente hasta alcanzar un máximo de 88.4 dólares en 2018.
Por su parte, la dependencia calcula que la recaudación de los principales impuestos -impuesto al valor agregado y sobre la renta- crecerán al mismo ritmo anual que la economía, aunque anticipa una ligera ganancia por mayor eficiencia en la tributación.
Asimismo, los ingresos que se obtienen de organismos públicos como IMSS e ISSSTE se mantendrán constantes.
Por ello, los ingresos no petroleros tendrán un avance muy moderado pasando de 14 a 14.6% del PIB, entre 2013 y 2018.