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Los factores clave de la calificación para alinear las calificaciones del banco de desarrollo con las del Soberano México, de “BBB-“, incluyen su rol fundamental como institución política, su propiedad por parte del Estado y la garantía explícita proporcionada por el soberano.
Fitch Ratings afirmó las calificaciones internacionales de riesgo emisor (IDR, por sus siglas en inglés) de largo y corto plazo en monedas extranjera y local del banco de desarrollo Nacional Financiera, en ‘BBB-’ y ‘F3’, respectivamente. Los grados internacionales están emparejados con la del Soberano México, a un peldaño arriba del grado de inversión, y en su rol de propietario y garante de Nafin.
En la acción, Fitch afirmó además la calificación soporte del gobierno (GSR, por sus siglas en inglés) en “bbb-“. En opinión de la agencia, la calificación GSR refleja una probabilidad muy alta de apoyo a Nafin por parte del Gobierno Federal mexicano en caso de ser necesario.
“Los factores clave de calificación para alinear las calificaciones de Nafin con México incluyen su rol fundamental como institución política, su propiedad por parte del Estado y la garantía explícita proporcionada por el soberano.
“Estos factores se consideran de importancia alta para las calificaciones”, destacó.
Fitch precisó que no asigna una calificación de viabilidad (VR; viability rating) “dado que sus operaciones están determinadas en gran medida por su función política, que sustenta la evaluación de Fitch del apoyo del Gobierno”.
Las calificaciones nacionales también colocan en el nivel más alto en la escala, lo que evidencia la fortaleza de la capacidad del Soberana y la propensión a brindar soporte en relación con la calidad crediticia de otras entidades en la misma jurisdicción. Fitch también afirmó las calificaciones nacionales de largo y corto plazo de Nafin en ‘AAA(mex)’ con Perspectiva Estable y ‘F1+(mex)’, respectivamente.
La evaluación de Fitch sobre el apoyo gubernamental de Nafin considera la garantía explícita establecida en su Ley Orgánica; el artículo 10 de dicha ley estipula la responsabilidad del Gobierno mexicano en todo momento de las obligaciones que la entidad contraiga con personas físicas y morales nacionales, así como con organismos internacionales tanto privados como públicos.
La opinión de Fitch respecto del apoyo se ve reforzada por los precedentes históricos del financiamiento respaldado por el Estado, así como las constantes aportaciones de capital, que atestiguan el compromiso del gobierno para garantizar su solvencia y continuidad operativa.
“Fitch considera que Nafin tiene un rol de política de largo plazo que sería difícil de transferir, cuyas funciones están profundamente integradas con los objetivos estratégicos del Gobierno mexicano”, dijo.
Nafin cumple un rol crítico en el avance de la agenda del gobierno al fomentar el crecimiento, brindar recursos financieros y catalizar el desarrollo en los sectores productivos y regiones de la nación.
El banco ofrece un conjunto de soluciones financieras que incluyen préstamos, factoraje y garantías, junto con servicios de asesoría, dirigidos específicamente a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) que tradicionalmente están desatendidas por el sector financiero.
Adicionalmente, el banco de desarrollo contribuye “a estimular la actividad de los mercados financieros y desempeña funciones como fiduciario y agente financiero en nombre del Gobierno Federal, lo que acentúa aún más su importancia sistémica”.