Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 31 segundos
La proyección se da a partir del nivel del 2.6% previsto en enero pasado y en respuesta a un panorama de ajustes anticipados de la demanda interna después de crecer por años por arriba de su potencial. Para 2025 la previsión se mantuvo en 2.1% en medio de una consolidación fiscal.
El Banco Mundial dijo el martes que rebajó sus expectativas de crecimiento de México para este año desde el 2.6% proyectado en enero pasado al 2.3%, ante los ajustes anticipados que mostraría la demanda interna que creció por años “por encima de su ritmo potencial”.
Para el organismo internacional el panorama refleja “una reducción en la capacidad ociosa económica y una política monetaria estricta” que ha surtido efecto después de que el Banco de México arrancó en junio de 2021 un ciclo alcista en las tasas de interés, con incrementos de 700 puntos base desde niveles del 4% hasta el 11% vigente desde marzo pasado.
Para 2025 retuvo su pronóstico de crecimiento en torno al 2.1%. El Banco Mundial indicó que la política fiscal del país, conforme al presupuesto enviado por el Ejecutivo y respaldado por el Congreso sobre un déficit presupuestal del 5%, dé paso a una expansión en 2024 aunque la política fiscal se consolidará el próximo año.
En este año se está ejerciendo el presupuesto de varios programas sociales y de inversión pública que alcanzarán su finalización en el siguiente.
Indicó que si bien la inflación sigue reportando descensos, se mantiene por encima de la meta del Banco de México (Banxico) del 3% por lo que prevalece una política monetaria “estricta” y que “probablemente seguirá restringiendo el crecimiento en el corto plazo”.
“Se pronostica que el crecimiento en México se desacelerará al 2.3 por ciento en 2024 y al 2.1 por ciento en 2025. Esta moderación se atribuye a una flexibilización anticipada de la demanda interna después de años de crecer por encima de su ritmo potencial, lo que indica una reducción de la capacidad ociosa económica y una política monetaria estricta”.
Debido a un efecto rebote luego de la caída del PIB de 8.1% en 2020 a causa de la pandemia, la economía mexicana reportó tasas de crecimiento de 6% en 2021 y repitió la hazaña en 2022 ya tomando en cuenta los estímulos generados por el gasto público en obras de infraestructura, algunas de ellas insigne como el Tren Maya o la Refinería de Dos Bocas, mostrando un crecimiento del 3.7%. Al cierre del año pasado situó una expansión de 3.2%.
En compensación a los crecimientos más bajos anticipados para los próximos dos años, el Banco prevé que un menor ritmo de crecimiento tanto de las tasas de interés como de la inflación darán como resultado un repunte en la inversión en 2025.