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La deuda de Pemex finalizará el sexenio con una influencia de cerca del 6% del PIB. La calificación de la nota de la petrolera es de grado especulativo “B+”, con una perspectiva de Estable y respaldada por la calificación crediticia del país; de manera independiente, exhibe el grado menor de “CCC”.
La agencia internacional de riesgos crediticios Fitch Ratings dijo el lunes que el nuevo Gobierno Federal de México, resultado de las elecciones del 2 de junio, tiene como factores de presión sobre el Soberano el compromiso de una consolidación fiscal tan pronto como en 2025, además de la influencia de Petróleos Mexicanos (Pemex) sobre el balance público, donde la Administración que concluye habrá destinado 70,000 millones de dólares (mdd).
“Si bien la administración entrante ha manifestado su voluntad de reducir el déficit (presupuestal) a niveles consistentes con una trayectoria estable de deuda/PIB, persiste la incertidumbre sobre cómo se logrará” resaltó.
El apetito político por una reforma fiscal que mejore la recaudación de impuestos “sigue sin estar claro”, señaló, en una nota fechada en Nueva York.
Pemex tiene la calificación de “B+” con perspectiva Estable; Fitch estimó que al concluir el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador la deuda de la petrolera equivaldrá a casi el 6% del Producto Interno Bruto (PIB), desde el 4% del 2023. El apoyo persistente “sigue siendo un desafío adicional para el Soberano (México)”, acusó.
De forma independiente, la empresa mantiene un grado especulativo menor, de “CCC”.
Fitch refiere que las elecciones federales del domingo anterior demostraron que los mexicanos dieron un amplio respaldo a la continuidad de las políticas del presidente Obrador en su sucesora Claudia Sheinbaum, también del partido Morena.
“La nueva administración hereda una economía estable, donde el sólido marco de política macroeconómica característico de México, sigue siendo positivo para la calificación soberana”, anotó; el Soberano tiene la calificación de “BBB-“, apenas un peldaño arriba del grado de inversión. Su perspectiva es Estable.
Fitch no dejó de mencionar el alto déficit programado este año, del 5% del PIB, no visto en décadas y aprobado por el Congreso; “el déficit aumentará materialmente este año y la consolidación será un desafío clave para el nuevo gobierno”.
La agencia resaltó que México presenta una difícil situación fiscal que heredará a la administración entrante, donde se combina una ampliación del gasto social, mayores costos de endeudamiento y elevadas tasas de inversión, con el fin de concluir los proyectos de infraestructura prioritarios en el sexenio de Obrador, como el Tren Maya o la Refinería de Dos Bocas.
Las presiones hacen prever a Fitch que el país terminará este año con una deuda del Gobierno Federal sobre el PIB equivalente al 48.8%, desde los niveles de 45.6% con los que cerró 2023. La proyección, sin embargo, coloca muy debajo de la mediana de los países con calificaciones de “BBB”, del 55% sobre el Producto Interno Bruto.
Los resultados preliminares de las elecciones indican que el partido Morena y sus aliados podrían lograr “una súper mayoría en el Congreso”, menciona Fitch, lo que facilitará la aprobación de los presupuestos.
La súper mayoría del Congreso también permitiría al nuevo Gobierno asegurar la aprobación de reformas constitucionales, incluidas modificaciones al Poder Judicial de la Federación y al Instituto Federal Electoral (INE), hoy enarboladas por la administración saliente, que podrían afectar la calidad institucional y/o los controles y equilibrios.