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Esto retrasaría la reducción en las tasas de interés por parte del Banco de México, lo que afectaría el consumo y la inversión, alertó el CEESP.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) alertó que los indicadores recientemente publicados “siguen mostrando debilidad y anticipan un menor dinamismo de la economía”.
De la mano, el último dato de inflación muestra un aumento anual de 4.78% —su mayor avance en las últimas siete quincenas— lo que podría retrasar una reducción en las tasas de interés por parte del Banco de México, afectado tanto e consumo como la inversión en el país.
En su análisis económico semanal, el CEESP aseguró que la economía mexicana muestras signos de debilitamiento al tiempo que “las expectativas de los especialistas continúan ajustándose a la baja”.
“De acuerdo con la estimación oportuna del INEGI, el indicador global de la actividad económica registró una disminución mensual de 0.2% en marzo, lo que representa su segunda caída en los primeros tres meses del año”, advirtió.
Y agregó que “con base en este resultado, durante el primer trimestre la actividad económica tuvo una baja de 0.3%”.
“Si bien las expectativas consideran que en abril la economía tuvo un mejor desempeño —agregó— es evidente que su ritmo de avance no muestra señales de una mejora importante para los próximos meses”.
De la mano, el CEESP advirtió sobre el reciente incremento en el ritmo de la inflación, lo que retrasaría una reducción en las tasas de interés por parte del Banco de México, afectando a su vez al consumo y la inversión.
“Al comparar con la misma quincena del año pasado, los precios al consumidor muestran un aumento de 4.78%, que representa el mayor porcentaje en las últimas siete quincenas·, expuso el CEESP.
Si bien en las próximas quincenas podría moderarse este comportamiento, “las expectativas inflacionarias podrían ser más cautelosas e incidir en la decisión del Banco de México en cuanto a la necesidad de bajar las tasas de interés. Esto podría afectar negativamente en el consumo y la inversión”.
Y finalmente consideró que “la economía sigue apuntando a un menor desempeño que ha propiciado un ajuste a la baja en los pronósticos tanto para este como para el siguiente año. El retraso de un mayor dinamismo simplemente no mejora el bienestar de los hogares”.