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En el segundo debate entre las dos candidatas a la presidencia de la República, Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum y el candidato Javier Maynez, las propuestas en torno a la gestión de la economía, el bienestar social, la energía y la equidad, se vieron opacadas – una vez más – por las acusaciones con las que se busca descalificar a los rivales en esta contienda que se definirá el próximo 2 de junio.
El segundo debate tuvo como líneas temáticas:
Crecimiento económico
Empleo e inflación
Infraestructura y desarrollo
Pobreza y desigualdad
Cambio climático
Desarrollo sustentable
Sin embargo, este debate no fue intercambio o exposición de ideas sobre estas líneas temáticas sino un cruce de acusaciones.
No fue un debate sobre el modelo económico, no se habló sobre los desafíos estructurales de las finanzas públicas, ni de los grandes retos para la sostenibilidad y sustentabilidad de la red de protección social ni de la mejoría de los empleos.
No se habló de por qué el modelo de fiscalización serviría para obtener recursos; no se habló sobre la transformación de las MiPymes para las cadenas de suministro.