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Tras la racha ganadora de principios de año, el peso “resentía” eventos como el ruido político debido a la proximidad de las elecciones presidenciales. Esta semana, sin embargo, reaccionaba a la baja de la tasa de interés referencial en México y la expectativa en torno a la política monetaria de EUA, como parte de las reuniones de política de los bancos centrales de cada país, con los resultados el miércoles y jueves de esta semana.
El peso iniciaba sus operaciones del martes tras el feriado en los mercados financieros de México con una depreciación de 0.34%, en las 16.8824 unidades por dólar, alcanzando niveles máximos en los 16.9473.
Operadores atribuían la reacción negativa de los inversionistas sobre la moneda nacional al “hecho” de que el Banco de México determine el primer recorte a la tasa de interés referencial del país desde febrero de 2021, cuyo rendimiento pasaría de 11.25% a 11% nominal. La reunión de política del banco central mexicano se llevará a cabo el próximo jueves.
En la jornada del martes, operadores esperan que el tipo de cambio cotice entre las 16.84 unidades por dólar hasta niveles de 17.03.
Otro evento que era central en la toma de decisiones de los inversionistas es el anuncio sobre tasa de interés que divulgará la Reserva Federal mañana, cuando el mercado espera que el referencial quede sin cambios, en rangos de entre 5.25% a 5.50%, el más alto en décadas.
En EUA, la atención se centrará en las nuevas estimaciones económicas de 2024 y 2025 que dará a conocer el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), el máximo órgano de decisión de la política monetaria en ese país, presidido por Jerome Powell.
En sus últimas estimaciones en diciembre pasado, el banco central de EUA pronosticó, sin especificar el momento en que se produciría el primer movimiento. En lo que llevamos del año, los mensajes de los funcionarios de la Fed han sido reiterando que las tasas han tocado techo y que el próximo movimiento será a la baja, pero no es inminente.
Jorge Gordillo, de CI Banco, destacó en una nota especial sobre el tema que la mayoría de los integrantes del FOMC han señalado los riesgos de relajar demasiado rápido la orientación de la política monetaria, además de subrayar la importancia de evaluar con lupa los nuevos datos económicos para dar un resolutivo sobre si la inflación está descendiendo de forma sostenible hacia el objetivo del 2%.
“En este sentido, será relevante si la Fed mantiene sin cambios la idea de que serían tres recortes a la tasa de interés en este año, porque es el actual escenario contemplado por la mayoría de los operadores y analistas”, anotó sobre la postura de la FED de un recorte de 75 puntos base (pb) en la tasa de interés a lo largo de este año, y cuya expectativa es que el primer ajuste se realice entre junio y julio.
La directora de análisis económico de Grupo Financiero Base, Gabriela Siller indicó que la depreciación de la moneda nacional respondía, además del nerviosismo en torno a las decisiones de política monetaria a una mayor aversión al riesgo a medida que se acercan las fechas calendario de las elecciones de México y EUA del 2 de junio y 5 de noviembre, en cada caso.
Siller apuntó que el día previo, el candidato republicano Donald Trump advirtió que pondría un arancel del 100% a todos los autos chinos que se fabriquen en México y se exporten a Estados Unidos.
La entidad indicó que en México se publicaron las cifras del PIB desde el enfoque del gasto del cuarto trimestre del 2023. De acuerdo con series originales, el consumo privado creció en términos reales 4.33% en 2023, desacelerándose del crecimiento real de 5.18% en 2022.
Por su parte, el consumo de gobierno creció 2.07% anual, acelerándose desde 1.16% en 2022 y siendo la mayor tasa de crecimiento para el consumo de gobierno desde 2018.
La inversión fija bruta, por su parte, creció 19.47% en 2023, siendo la mayor tasa de crecimiento en la serie que inicia en 1993; la inversión fija de origen público creció 19.85% en 2023, siendo la mayor tasa desde 2008, mientras que la inversión fija de origen privado creció 19.37%, la mayor tasa desde 1996 y alcanzando un máximo en registro.
“El crecimiento de la inversión fija está relacionado al gasto del sector público en los proyectos prioritarios de administración y es probable que al comienzo del siguiente sexenio se observe una caída de la inversión fija pública ante la necesidad de recortar el gasto para reducir el déficit fiscal”, indicó.