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La moneda nacional es la divisa más apreciada en lo que va del año frente a las referencias mundiales, con un progreso acumulado de 1.83%; analistas atribuyeron la fuerza alcista a la expectativa de que el banco central mexicano continuará con una política monetaria restrictiva, con tasas de dos dígitos en buena parte de 2024, haciendo atractivo invertir en activos mexicanos. El factor nearshoring también apoya.
Los mercados financieros mexicanos concluyeron sus operaciones del miércoles con ganancias generalizadas ante un mayor apetito por el riesgo de parte de inversionistas internacionales. Mientras la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) finalizó con alzas de 949.77 puntos, el 1.73%, en las 55,848.72 unidades, el peso mexicano se ubicó como la moneda más apreciada en lo que va del año frente a los principales cruces.
Analistas atribuyeron la buena marcha de los activos mexicanos a un ambiente favorable a la inversión donde destacan los rendimientos de las tasas de interés reales que paga el país, de alrededor de 7%, y las expectativas del crecimiento del PIB ante las ventajas que ofrece el nearshoring.
El banco Bx+ señaló en una nota que el retroceso de 13 centavos del dólar frente al peso, que cerró en niveles de 16.66 unidades por dólar en su modalidad spot, fue una marca no vista en nueve años. Agregó que el principal índice bursátil de la BMV, el S&P/BMV IPC, reportó por su parte su mejor desempeño desde mediados de marzo de 2023.
Además, las posiciones especulativas netas en el mercado de futuros de Chicago siguen apostando a la apreciación del peso, de acuerdo con un reporte de Citibanamex. Con los datos más recientes, con corte al 8 de marzo pasado, la posición neta sobre el peso alcanzó las 106,600 unidades, un repunte de 13.6% respecto de la semana previa.
En el año, las posiciones largas sobre la divisa mexicana superan a las cortas, mientras que las posiciones netas están en su nivel más alto desde enero de 2020, esto es, previo a la pandemia desatada por el Covid-19, resaltó Citi.
Algunos especialistas advirtieron que la moneda nacional presentará también turbulencia en los meses por venir ante la proximidad del proceso electoral federal del 2 de junio, cuando se renovará la presidencia de la República.
Si bien el mercado espera que la próxima semana, el Banco de México determine un recorte a la tasa de interés referencial del orden de los 25 puntos base (pb), desde los niveles actuales del 11.25%, los miembros de la Junta de Gobierno del banco central, el máximo órgano de decisión de política monetaria del país, mantendrán una postura de cautela, resaltando que el primer recorte no significaría un ciclo bajista, sino que mantendrían una política monetaria restrictiva.
Gabriela Siller, directora de análisis económico en Grupo Financiero Base indicó que la apreciación del peso en la sesión del miércoles estuvo respaldada por el debilitamiento del dólar, de 0.12% de acuerdo con una cesta de 6 monedas de economías avanzadas, lo que lo situó cerca de su peor nivel desde el 15 de enero pasado.
La experta también mencionó el incremento del precio del petróleo, lo que impulsó las divisas de economías emergentes y países productores de petróleo.
El WTI cerró el miércoles marcando un repunte de 2.78%, luego de que el reporte semanal de la Administración de Información Energética de Estados Unidos mostró que los inventarios de petróleo cayeron 1.5 millones de barriles durante la semana que terminó el 8 de marzo. De igual forma, los inventarios de gasolina cayeron en 5.66 millones, “señal de una demanda fuerte”.
En la canasta amplia de los principales cruces, las monedas más apreciadas en la sesión fueron el peso chileno, con un progreso de 1.51%; el florín húngaro, de 0.89%; el peso mexicano, de 0.82%; el peso colombiano, de 0.51%; el rand sudafricano, de 0.49% y el shekel israelí, de 0.45%.
Precaución (y depreciación)
Durante 2023 el peso mexicano colocó como la segunda moneda más apreciada del mercado internacional de cambios, solo por debajo del peso colombiano; entre 2022 y 2023, la ganancia del peso frente al dólar fue del 16%.
El progreso del peso mexicano se vio favorecida el año pasado, además del amplio diferencial de las tasas de interés entre México y Estados Unidos, por mayores ingresos de dólares hacia la economía nacional por el aumento de las exportaciones, y por la entrada de remesas, que marcó máximos históricos al sumar 63,313 millones de dólares.
Paulina Anciola, de Citibanamex anticipó, no obstante, que la moneda nacional tendrá una ligera depreciación a finales de este mes. Además, otros factores conducirían al peso mexicano a una depreciación gradual mayor durante el año, para concluir en los 18.58 unidades por dólar.
“Ello estaría explicado por diversos factores adicionales a la disminución del spread de tasas, incluyendo la desaceleración estimada en el flujo de ingreso por remesas, una moderación en el entusiasmo alrededor de la narrativa de nearshoring, y el hecho de que el tipo de cambio real registra una sobrevaluación con respecto a su promedio de largo plazo”, advirtió la experta, que incorporó además el factor de las elecciones presidenciales de México y EUA de este año.
