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A lo largo del año que está por concluir, hubo episodios que pusieron en jaque el desempeño de la moneda nacional, desde la especulación sobre el derrotero de las tasas de interés en EUA, hasta reacciones negativas de los inversionistas por algunas tomas de decisión de política pública. El factor nearshoring, sin embargo, impulsó el balance anual.
El peso mexicano fue la segunda divisa con mayor brillo entre los principales cruces del mercado de cambios internacional, con una apreciación de 13.16% a lo largo de 2023, sólo por debajo del peso colombiano.
Los registros, no obstante, indican que la moneda también enfrentó etapas de turbulencia en varios meses, lo abarcó de enero a julio.
En mayo, como muestra, los inversionistas decidieron deshacerse de sus posiciones en instrumentos de deuda gubernamental ante una reacción negativa a la toma de parte del Gobierno de parte de las vías férreas de la firma privada Ferrosur, del Grupo México Transportes, propiedad del empresario Germán Larrea, lo que fue la mayor salida de capitales en ese tipo de activos en el registro.
Un reporte anual del mercado de cambios realizado por Banco Base indica que el peso cerró el año en niveles 16.9335 unidades por dólar, debajo de marca psicológica de 17 pesos. Esto representó una apreciación de 13.16%.
El peso colombiano, la divisa más apreciada de 2023, avanzó 21.27%.
Base señala que el progreso del peso mexicano en este año representó su mayor apreciación desde que funciona en el país el régimen de libre flotación, a partir de 1994. Aquí la expectativa sobre el nearshoring fue fundamental.
También contaron el ingreso de Inversión Extranjera Directa, remesas enviadas por los connacionales que trabajan en el exterior, principalmente EUA, y el valor de las exportaciones.
E documento de banco Base señala que el tipo de cambio cotizó en un promedio de 17.74 pesos por dólar a lo largo del año, siendo la menor cotización promedio desde 2015, cuando situó en los 15.88 pesos por dólar.
¿Trayectoria de ganancias?
Durante 2023 el tipo de cambio tocó un máximo de 19.5355 unidades por dólar arrancando enero. Por el contrario, la moneda tocó su nivel mínimo el 28 de julio, en niveles de 16.6262 pesos por dólar, una marca no vista desde el 3 de diciembre de 2015.
El mes de mayor volatilidad para el peso fue marzo, con ganancias de 17.43%, mientras que la menor volatilidad la reportó en junio, de 5.75%.
De acuerdo con la información de Base, la apreciación de la moneda nacional entre enero a julio representó el mayor número de meses consecutivos con apreciación desde el periodo de ocho meses que abarcó de diciembre de 2007 a julio de 2008.
“Al peso también le ayudó que el sexenio está próximo a terminar y no se materializaron los riesgos de perder la autonomía del Banco de México o de perder el grado de inversión de la calificación crediticia de la deuda soberana de México” expuso la dirección de análisis de la entidad.
Después del periodo prolongado de ganancias de la primera mitad de 2023, otro evento que imprimió una depreciación significativa para el peso fue el mayor déficit fiscal desde 1988 incluido en el Paquete Económico de 2024, avalado por el Congreso, de 4.9% del PIB.
Perspectiva
El peso volvió a retomar aliento a partir de octubre y entre noviembre y este mes la apreciación fue más pronunciada, paralela a la acumulación de posiciones especulativas a su favor en el mercado de futuros de Chicago.
Los extranjeros retornaron también a tomar posiciones en deuda gubernamental, favoreciendo la entrada de dólares y la apreciación de la moneda nacional.
En noviembre y las primeras tres semanas de diciembre, las posiciones especulativas netas a la espera de una apreciación del peso se incrementaron en 52,704 contratos.
Esto se tradujo en un alza de 168.40%, ubicándose en 84,001 contratos, cada uno de 500 mil pesos. Además en noviembre entraron al país 18,408.37 millones de pesos (mdp) en inversión en valores gubernamentales y en diciembre, hasta el día 15 que es el último dato disponible, la entrada de capitales ascendió a 44,370.85 mdp.
“Para 2024 se estima que el peso mexicano siga favorecido por flujos de exportaciones y remesas.
“Sin embargo, se espera que el Banco de México comience a recortar su tasa de interés a partir del primer trimestre, lo que podría ejercer presiones al alza para el tipo de cambio si la Reserva Federal decide esperar hasta el segundo trimestre para hacer el primer recorte de la tasa de interés”, advirtió Base en su anuario.
Además, el factor nearshoring, que en 2023 impulsó en gran medida al peso, podría tomar una pausa ante el proceso electoral de México y Estados Unidos.
