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Los pronósticos del desempeño de la primera economía son mejores a los de este año, aunque expertos ponen de relieve que la revisión del T-MEC generará mayor volatilidad en los mercados financieros. Los grandes retos para México seguirán siendo la confianza, la atracción de inversión y la generación de empleos.
La nueva integración del Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed (FOMC, por sus siglas en inglés) desde la segunda mitad del año ha traído nerviosismo y zozobra, propiciando a partir de entonces mayores rangos de volatilidad e incertidumbre en los mercados financieros, lo que podría persistir hacia adelante.
Con las minutas de la última reunión de política de 2025, el Comité, el máximo órgano de decisión monetaria de la Reserva Federal estadounidense (Fed), tiene un punto de partida: las divisiones prevalecerán a lo largo del 2026. Y se podrían tensar aún más si la Suprema Corte de Justicia solicita la renuncia de la gobernadora Lisa Cook, que ha tenido desencuentros con el presidente Donald Trump y parte de su grupo de asesores.
El banco de inversión inglés Barclays destacó en un reporte esta semana que si bien las minutas de la reunión del FOMC del 9 y 10 de diciembre buscaron minimizar la falta de acuerdos entre sus integrantes, la información a detalle y el diagrama de puntos develaron profundas divisiones.
Las actas destacaron que los funcionarios siguen preocupados por la inflación, que se ha mantenido en momentos por encima del objetivo del 2% en los últimos 12 meses.
La mayoría de los participantes consideró que la inflación subyacente o clave, la que mide la tendencia de los precios a más largo plazo, ha sido impulsada al alza por un aumento en las tarifas, aunque algunos funcionarios destacaron que la inflación de los servicios de vivienda había regresado a niveles más cercanos a los previos a la pandemia.
Los efectos de los aranceles de la administración Trump impuestos al comercio global, además, serian de una sola vez, lo que daría margen para regresar al rango objetivo de la Fed.
Las minutas sugirieron una probable pausa en enero, y algunos participantes se inclinan por mantener las tasas sin cambios “durante algún tiempo”.
El mercado mantiene la expectativa de que el FOMC reducirá las tasas en 25 puntos base en dos ocasiones a lo largo del 2026, tan pronto como en la reunión de política de marzo. El otro ajuste vendría en junio.
Mercado laboral frágil
Sin embargo, donde los funcionarios responsables de la política monetaria de EU podrían tener más cuidado a la hora de tomar decisiones, es en la expectativa del mercado laboral. En septiembre, la tasa de desempleo aumentó ligeramente y las condiciones laborales continuaron debilitándose.
Entre octubre y noviembre, conforme a la información recabada después de los 43 días de suspensión de actividades de las oficinas del Gobierno Federal, la disponibilidad de empleo, los informes de despidos planeados, y los informes de contactos empresariales, arrojaron una persistente debilidad del mercado laboral.
Los funcionarios de la Fed reconocieron en las actas que la desaceleración en la creación de empleo responde a factores estructurales. Esto se traduce en una menor demanda laboral debido a una elevada incertidumbre y a los esfuerzos de las empresas por contener costos en medio de tarifas arancelarias que hace un año no existían.
También por una menor oferta laboral, lo que refleja tensiones sobre la migración ante nuevas políticas públicas a partir del arribo de Trump a la presidencia en enero pasado, así como una menor participación de la fuerza laboral en el mercado debido al envejecimiento de la población estadounidense.
La asignatura, por sí misma, será uno de los mayores desafíos de una Reserva Federal donde habrá más funcionarios electos por el presidente Trump, incluyendo al sustituto de Jerome Powell en mayo próximo.
Diques de la economía
Las minutas de la última reunión de política del año dieron cuenta que varios participantes consideraron sólido el gasto de los consumidores, y que la mayoría anotó un mayor crecimiento del gasto en los hogares con mayores ingresos, mientras que los hogares con menores ingresos se habían vuelto cada vez más sensibles a los precios.
En general, los funcionarios esperan que el crecimiento de la economía de EU repunte en 2026, respaldado por una política fiscal menos rigurosa, cambios en la política regulatoria y hasta condiciones financieras menos desfavorables. Además, los responsables de la política creen que la actividad económica crecerá el siguiente año en línea con el potencial a medio plazo.
Varios de los integrantes del FOMC señalaron que un mayor crecimiento de la productividad, posiblemente causado por la Inteligencia Artificial, podría impulsar el crecimiento sin presiones de precios, aunque también frenar la creación de empleo.
Algunos organismos internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD, por sus siglas en inglés) elevaron su pronóstico de crecimiento de México dadas las mejores perspectivas de la economía de EU, el principal socio comercial del país.
Sus cálculos arrojan que México crecerá este año desde un 0.4% proyectado en junio, hasta un 0.7% en su revisión de septiembre. El organismo internacional también elevó marginalmente sus estimados del PIB de 2026 de 1.1% a 1.2%, y fijó el del 2027 en 1.7%.
El desarrollo de la economía mexicana, en consecuencia, enfrentará claroscuros en el horizonte, donde el consumo privado se verá respaldado por un bajo nivel de desempleo y una inflación decreciente, mientras que la inversión privada se beneficiaría gradualmente de tasas de interés más bajas, aunque las inversiones seguirán limitadas debido a la alta incertidumbre nacional y global.
Retos
El Producto Interno Bruto (PIB) de México cayó 0.3% en el tercer trimestre de este año tras haber crecido 0.4% en el segundo, por debajo de los cálculos originales del INEGI de 0.6%.
En su examen de la situación económica de México del cuarto trimestre, la dirección de estudios económicos del Banco Nacional de México (Banamex) señaló que los retrocesos del PIB respondieron a la caída trimestral en la producción industrial de 1.5%.
La inversión fija bruta, uno de los puntos más sensibles de la economía, se contrajo a su vez 1.3% a tasa trimestral en el periodo por la desaceleración en la construcción, lo que se vio parcialmente compensado por mejores números en maquinaria y equipo. A tasa anual, la inversión disminuyó 8.2%, con cuatro trimestres consecutivos de descensos. En el caso de la inversión privada, esta mostró una caída de 5.2%, mientras que la del Sector Público desplomó 22.9%.
La inversión fija bruta en México liga 13 meses consecutivos de retrocesos a tasa anual, mientras que la confianza empresarial se mantiene en zona de pesimismo. Banamex estima que para 2025 la inversión exhiba una caída de 7.0% anual y que en 2026 presente “cierta mejoría”, y avance en un 3.0%.
Gabriela Siller, directora de análisis de Grupo Financiero Base anotó que 2026 será un año de retos económicos para México, entre los que destacan el estancamiento económico y el repunte de la inflación.







