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A lo largo de estos últimos meses, Donald Trump cambió fuertemente su postura con Brasil. Su acercamiento a Lula, la quita de aranceles y un quiebre en su visión política. El trasfondo del giro absoluto en este caso…
Con cautela, algo de disimulo y buscando ser delicado en sus formas, Donald Trump cambió drásticamente. El presidente estadounidense pasó de sancionar políticos brasileños y aplicar aranceles por “perseguir judicialmente” a Jair Bolsonaro, a dejar todo de lado, acercándose a Lula y retrocediendo en gran parte de sus primeras decisiones.
Las criticas entre ambos fueron desapareciendo con el correr de las semanas y la cuestión judicial de Jair Bolsonaro dejó de ser cuestionada por Donald Trump. En ese contexto, John Feeley, exembajador de Estados Unidos en Panamá, fue contundente en su análisis durante una entrevista con Globo y reveló el motivo de este cambio de Trump en su vínculo con Brasil.
No soporta a los perdedores
“No creo que Donald Trump sepa mucho de Bolsonaro. Casi puedo garantizar que no se despierta todos los días pensando en Brasil. Y tan pronto como Bolsonaro dejó de ser un referente en la política brasileña y el Estado de derecho y la justicia democrática prevalecieron en Brasil, Donald Trump simplemente lo descartó porque no soporta a los perdedores como Bolsonaro…”, detalló Feeley.
En esa misma línea, Feeley agregó: “Está claro lo sucedido. Bolsonaro perdió, es decir, en cuanto fue condenado y encarcelado, Donald Trump lo vio como un perdedor, y si hay algo que Donald Trump no tolera son los perdedores. Trump es extremadamente impredecible y narcisista, lo que hace casi imposible negociar con él. En este caso, ha visto que Bolsonaro siempre estuvo perdiendo…”.
“Creo que la reacción inicial de Estados Unidos , o de la administración Trump, al juicio de Bolsonaro fue resultado directo del lobby de Eduardo Bolsonaro , que vive en Washington. Afortunadamente para Brasil, Marco Rubio no habla portugués y no creo que le importe mucho Brasil. A Marco Rubio le importa mucho más el Caribe y Centroamérica que Brasil. No creo que haya tenido un papel significativo, ni en la imposición de los aranceles ni en su posterior eliminación tras la productiva reunión entre Lula y Trump…”, continuó explicando Feeley.
Por último, el ex embajador aseguró: “Trump nunca se disculpa, nunca admite sus errores, y si lo atacan, contraataca con el doble de fuerza . Tiene 79 años y ha seguido estas tres reglas toda su vida. La relación entre Estados Unidos y Brasil es fundamental para ambos países, independientemente de quiénes sean sus líderes…”.
En Brasil consideran que el abandono de Trump a Bolsonaro es implacable y el futuro a corto plazo para el ex presidente brasileño es desolador. Desde hace meses, Trump dejó de defender a Bolsonaro y como si fuese poco, fue contundente en sus palabras ante la ONU: “Lula me cae bien, yo también le caigo bien. A mi me gusta hacer negocios con personas que me gustan…”.







