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La presidenta Claudia Sheinbaum, expresó sus condolencias a los familiares de los marinos y de las personas que viajaban en la avioneta que se desplomó en Galveston, Texas, cuando se dirigía a un hospital Shriners, y confirmó que aún no se conocen las causas del accidente, ya que será necesario el análisis de la caja negra.
Durante su conferencia, la mandataria calificó como “muy triste” lo ocurrido y señaló que, desde el primer momento, el secretario de Marina se encuentra atendiendo el caso, en coordinación con la Secretaría de Relaciones Exteriores y con el apoyo de autoridades de Estados Unidos.
Sheinbaum explicó que la aeronave ya había llegado a Galveston e incluso se pensó que había aterrizado, sin embargo, posteriormente se confirmó que había sufrido un accidente. Detalló que se registraron alrededor de 10 minutos sin comunicación con la avioneta antes de que se tuviera conocimiento del desplome.
La presidenta subrayó que hasta que no se recupere y analice la caja negra no será posible determinar la causa del siniestro. Añadió que se llevará a cabo una investigación formal y que, de manera paralela, se está brindando atención y acompañamiento a los familiares de las víctimas.
Finalmente, reiteró su solidaridad con los deudos y aseguró que el Gobierno de México dará seguimiento puntual a la investigación, en colaboración con las autoridades estadounidenses.
¿A dónde se dirigía?
El avión, un Beechcraft Super King Air 350 con matrícula ANX 1209 perteneciente a la Marina, perdió comunicación durante aproximadamente 10 minutos justo antes de estrellarse, según detalló Sheinbaum. En un principio se creyó que la aeronave ya había aterrizado en su destino en Galveston, pero posteriormente se confirmó que había ocurrido un accidente en el aproximamiento.
El siniestro dejó al menos cinco personas fallecidas, incluyendo un menor que era trasladado para recibir tratamiento especializado en el Shriners Children’s Hospital de Galveston, conocido por su atención a pacientes pediátricos con quemaduras graves. Además, dos personas sobrevivieron al accidente y una permanece desaparecida, de acuerdo con los reportes oficiales.
La aeronave formaba parte de una misión médica humanitaria en coordinación con la Fundación Michou y Mau, una organización mexicana dedicada al traslado de niños con quemaduras a centros especializados en Estados Unidos.
Investigación y circunstancias
Autoridades estadounidenses, incluyendo la Federal Aviation Administration (FAA) y el National Transportation Safety Board (NTSB), se encuentran participando en la investigación para esclarecer las causas del accidente. A la par, la U.S. Coast Guard y equipos de rescate locales participaron en las labores en las aguas de la bahía de Galveston, donde se produjo el impacto.
Condiciones de niebla densa en la zona al momento del accidente han sido mencionadas por algunos informes como factor potencial que podría haber complicado la aproximación de la aeronave al aeropuerto, aunque las autoridades no han confirmado oficialmente esta hipótesis.
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