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Tras varios años de sólidas métricas financieras, el Sector padece hoy lastres causados por los recortes a las tasas de interés, primordialmente, aunque también influyen “persistentes riesgos macroeconómicos” y geopolíticos, como las fricciones comerciales desatadas por EU, anotaron expertos. El panorama tampoco es prometedor hasta la segunda mitad del 2026.
El Sector de Bancos en México atraviesa un periodo especial de exposición al riesgo, con un ciclo de recortes a las tasas de interés que ha mermado en el último año sus márgenes y rentabilidad. Las contingencias macroeconómicas y las fricciones comerciales desencadenas por el principal socio comercial del país, Estados Unidos, también han pasado factura.
En los últimos 12 meses, el ritmo del crédito de la banca ha perdido fuerza. En el tercer trimestre de este año, los préstamos a nivel Sistema crecieron a una tasa de 7.1% frente a una contracción trimestral y anual del Producto Interno Bruto (PIB). Sin embargo, desaceleró si compara con el alza del 10.3% reportada en igual periodo del 2024.
Bertha Pérez y Alejandro Tapia de Fitch Ratings indicaron que la cautela de los consumidores, una leve presión en materia de empleo y las tensiones comerciales con EU han afectado la confianza de los inversionistas y la pérdida de ritmo de la economía, algo parecido a una tormenta perfecta para la actividad principal de la banca.
La dirección de análisis de la firma de corretaje local Valores Mexicanos (Valmex) señaló que algunas instituciones han padecido en este tiempo la falta de demanda de financiamiento hacia el segmento gubernamental ante una menor actividad del Gobierno Federal y prepagos.
La entidad destacó además la contracción propia de los presupuestos empresariales y un entorno de postergación de inversiones, conocido como Capex, en medio de un ambiente de persistente incertidumbre, lo que ha impactado también la cartera de préstamos hipotecarios.
La tasa de política monetaria o la tasa de interés referencial ha caído en 300 puntos base de marzo del año pasado a la fecha, pasando desde niveles del 11.25% hasta el 7.5%. Es probable que el banco central mexicano determine el próximo 18 de diciembre llevar la tasa a 7.0%. Esto ha venido presionando los márgenes netos de interés (NIM, por sus siglas en inglés) en todo el Sistema.
“Aunque los siete bancos mexicanos más grandes reportaron ganancias sólidas, el margen de interés neto mediano disminuyó un 1.7% interanual, revirtiendo con esto un aumento del 1.4% (reportado) en el trimestre anterior” destacaron Pérez y Tapia.
Fitch Ratings anticipó este patrón, ya que los menores rendimientos se filtraron a través de la revalorización de los activos a una velocidad mayor de lo que los costos de financiamiento permitieron ajustar.
Cautela
En términos de saldos de préstamos comerciales, estos aumentaron entre julio y septiembre en 7.4% anual, claramente en desventaja frente a la tasa de 9.6% reportada en el segundo trimestre y más alejada del 11.6% del tercer trimestre de hace un año. Fitch destacó que en todo este tiempo los bancos se han mantenido cautelosos con los sectores sensibles a los precios y a los ciclos de la economía.
La expectativa hacia adelante es que los riesgos que gravitan hoy sobre la banca, con una disminución en la otorgación de financiamiento a empresas y al segmento minorista, los de mayor peso en el balance de los bancos, persistan probablemente hasta la primera mitad del 2026.
Fitch anticipa además que los cargos por deterioro de préstamos aumenten ligeramente entre el cuarto trimestre y el primer semestre del 2026, lo que elevaría el costo del riesgo por encima de los patrones del 2024, afectando la rentabilidad a nivel Sistema.
Durante el tercer trimestre, el crecimiento de los depósitos de la banca se mantuvo estable en el 7.3% anual, en comparación con el 7.2% del mismo ejercicio de hace un año, impulsando la liquidez a pesar de la menor demanda de préstamos.
También la cartera de consumo se ha mantenido defensiva. Pérez y Tapia anticiparon que la moderación de los ingresos de la banca continuará hasta el cierre de este año, un gran contraste con los años de sólidas métricas financieras del pasado reciente.









