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El crecimiento se mantendrá moderado en medio de una alta incertidumbre, aunque el consumo privado se verá respaldado por el bajo nivel de desempleo y la inflación decreciente. La inversión privada se beneficiaría gradualmente de tasas de interés más bajas, aunque seguirá limitada por el desasosiego en los ámbitos local y global.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD, por sus siglas en inglés) dijo el martes que elevó su expectativa de crecimiento para México de este año desde el 0.4% proyectado en junio, a un 0.7%. El organismo internacional también elevó marginalmente sus estimados del PIB de 2026 de 1.1% a 1.2%, y fijó el de 2027 en 1.7%.
“El crecimiento se mantendrá moderado en medio de una alta incertidumbre”, anotó en la actualización de sus Perspectivas Económicas de diciembre en el apartado de la nación.
El desarrollo de la economía mexicana, en consecuencia, enfrentará claroscuros en el horizonte, donde el consumo privado se verá respaldado por un bajo nivel de desempleo y una inflación decreciente, mientras que la inversión privada se beneficiaría gradualmente de tasas de interés más bajas, aunque las inversiones seguirán limitadas debido a la alta incertidumbre nacional y global.
La inversión pública, por su parte, se mantendrá moderada como parte de los esfuerzos del Gobierno para reducir altos déficits fiscales que en 2024 alcanzaron su mayor incremento en cuatro décadas. El crecimiento de las exportaciones, a su vez, se verá frenado por los aranceles comerciales y la alta incertidumbre global.
Si bien el organismo espera una disminución de las tasas de interés en línea con la política del banco central mexicano de recortar el referencial a partir de marzo del año pasado, y brindar con esto cierto apoyo a la inversión, anticipó que la recuperación de las inversiones será gradual, reflejo de “la persistente incertidumbre nacional e internacional”.
Advertencias
La OECD expuso que en el caso de México es necesario implementar un marco fiscal de mediano plazo para ayudar a reducir los déficits y a crear espacios “para inversiones que mejoren la productividad, especialmente en educación”.
En la parte del ejercicio del gasto público, hubo inclusive una recomendación puntual: “La aplicación sistemática del análisis costo-beneficio a los proyectos de infraestructura y la focalización de los programas sociales mejoraría la eficiencia del gasto público”.
Tras mantenerse resiliente en la primera mitad del año en medio de una incertidumbre mundial creciente, el relativo vigor de la economía nacional se fue diluyendo en la segunda parte del 2025, reportando en el tercer trimestre una contracción del 0.3%.
La inflación al consumidor en octubre, a su vez, moderó su paso a 3.56% frente al resultado previo de 3.76%, mientras que la inflación clave se estabilizó por encima del 4.0%, en el límite superior del rango objetivo. Si bien la inflación de bienes aumentó ligeramente, la de servicios ha venido exhibiendo una tendencia de gradual de baja.
“Para garantizar que la inflación disminuya hacia el objetivo del 3%, el banco central debería mantener un ciclo de flexibilización prudente y basado en datos”, recomendó el organismo internacional.
En la actualización de sus perspectivas sobre México, el panorama presento está sujeto a cambios. Las perspectivas tanto de crecimiento como de inflación siguen siendo inciertas, sostuvo.
Mejora EU
El informe de actualizaciones de diciembre la economía mundial demuestra resiliencia, pero sigue siendo frágil, de la OECD consignó que el estimado de crecimiento del PIB mundial de 2026 observará ajustes, al pasar de una tasa de crecimiento este año de 3.2% a un 2.9%, “y luego se fortalecerá ligeramente al 3.1% en 2027”.
En el caso de Estados Unidos, la OECD elevó sus proyecciones de crecimiento de 2025 desde los niveles de 1.6% de junio hasta un 2.0% en esta entrega. Para 2026 la expectativa es que la primera economía global crezca 1.7% en lugar de 1.5%, mientras que para 2027 la expansión del PIB se ubicaría en 1.9%.
“Se espera que la actividad a corto plazo se modere a medida que el aumento de los aranceles efectivos se vaya imponiendo gradualmente, lo que lastrará la inversión y el comercio, en un contexto de persistente incertidumbre geopolítica y política”, señaló en relación a las dinámicas globales.
El crecimiento se reafirmará a finales de 2026 en la medida que se desvanezca el impacto de los aranceles, se mejoren las condiciones financieras y la menor inflación impulse la demanda aunque aumentarán fragilidades subyacentes, “sobre todo del mercado laboral y la confianza del consumidor”
“Los riesgos en torno a las perspectivas siguen siendo significativos, incluyendo la posibilidad de mayores barreras comerciales, una posible revalorización brusca del riesgo en los mercados financieros, potencialmente amplificada por las tensiones en las instituciones financieras no bancarias apalancadas y la volatilidad de los mercados de criptoactivos”, resaltó.









