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Los consumidores en Estados Unidos mostraron mucha menos confianza en su economía en noviembre tras el cierre más prolongado de actividades del Gobierno, en medio de una contratación débil e inflación persistente; hoy los estadounidenses están cada vez más cautelosos ante los altos costos de las mercancías y servicios y el lento crecimiento del empleo
El Conference Board informó el martes que el índice de confianza del consumidor que elabora cayó a 88.7 en noviembre desde una lectura revisada al alza de 95.5 de octubre, esto es, la segunda lectura más baja desde abril, cuando el presidente Donald Trump anunció aranceles generalizados que provocaron una caída en el mercado de valores, consignó información de la agencia AP.
Las cifras sugieren que los estadounidenses están cada vez más cautelosos ante los altos costos y el lento crecimiento del empleo, con percepciones de que el mercado laboral está empeorando, según la encuesta.
La disminución de la confianza podría plantear problemas políticos para Trump y los republicanos en el Congreso, ya que las opiniones más pesimistas sobre la economía se observaron entre todas las afiliaciones políticas, pero fueron particularmente marcadas entre los independientes, señaló el Conference Board.
También el martes, un informe del gobierno mostró que las ventas minoristas se desaceleraron en septiembre después de lecturas saludables durante el verano. Aunque los economistas pronostican un crecimiento relativamente vigoroso para el tercer trimestre del año, muchos esperan un desempeño mucho más débil en los últimos tres meses del año, en gran parte debido al cierre de las actividades gubernamentales de 43 días.
El sitio español Bolsamanía citó a la economista en jefe de The Conference Board, Dana M. Peterson, que explicó que cinco componentes del índice general flaquearon, y donde el índice de situación actual, basado en la valoración de los consumidores de las condiciones actuales de los negocios y del mercado laboral, cayó en noviembre 4.3 puntos, hasta 126.9.
De capa caída
El Índice de situación actual descendió, ya que los consumidores se mostraron menos optimistas sobre las condiciones vigentes del mercado laboral y empresarial. El diferencial del mercado laboral -la proporción de consumidores que afirman que el empleo es ‘abundante’ menos la proporción que afirma que es ‘difícil de conseguir’- volvió a caer en noviembre tras un breve respiro en octubre de su descenso en lo que va de año, mencionó Peterson.
Por su parte, el índice de expectativas, basado en las perspectivas a corto plazo de los consumidores sobre las condiciones de los ingresos, las empresas y el mercado laboral, cayó 8.6 puntos, hasta 63.2, por debajo del umbral de 80 enteros, lo que suele ser señal de una próxima recesión.
“Los tres componentes del Índice de expectativas empeoraron en noviembre. Los consumidores se mostraron notablemente más pesimistas sobre las condiciones empresariales dentro de seis meses”, advirtió la entidad.
Las expectativas para mediados de 2026 sobre las condiciones del mercado laboral siguieron siendo decididamente negativas, y las expectativas de aumento de los ingresos de los hogares se redujeron drásticamente, tras seis meses de lecturas fuertemente positivas.
Además, la expectativa mediana de inflación a 12 meses de los consumidores persistió elevada en noviembre, en 4.8%.
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