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El artista tapatío eligió parte de la colección de El Gallo, para participar en una de las plataformas de cultura que emergió hace apenas tres años con prometedores artistas
En toda mitología cada amanecer representa un nuevo comienzo. El gallo es parte de nuestra cultura, con su canto magnifico y el trazo que dibuja su figura emplumada al posarse en las bardas de piedra o en la cerca de alambre; día con día nos invita a renacer y sentir después de la noche la cálida energía del astro sol en nuestro cuerpo. Cada comienzo nos cuenta un final. Y cada vez que canta el gallo nos recuerda que todo inicia ahora.
Así concibe el concepto del gallo la mente creativa del tapalpense Chisco Mojica. Sus trazos y fondos policromáticos imprimen su peculiar ADN en cada una de sus obras, las cuales lucieron en Arte Capital, la plataforma de arte contemporáneo que cada año brilla más, especialmente por su apuesta de saber vincular economía y cultura.
Arte Capital es un proyecto autosustentable, ya que opera con alianzas privadas; esto es particularmente relevante en un momento en que el presupuesto público para cultura ha sido recortado en la presente legislatura. Para esta edición participaron más de 60 artistas, tanto nacionales como internacionales y por vez primera se incorporó un Pabellón de Fotografía, lo que amplía las narrativas visuales al visibilizar el trabajo de fotógrafos contemporáneos que exploran identidad, territorio y memoria.
La feria no sólo es visual, también incluyó conferencias, performances, experiencias inmersivas, talleres, subasta de obras y más, con momentos de alta carga simbólica: por ejemplo, la inauguración incluyó la revelación de la pieza “Sinergia sobre tela (Apolo)” del artista Leo Saez, inspirada en la figura del conferencista Ruy Machalele.
Un colectivo de artistas tapatíos encabezados por Taufic Basil Gasam, director general de del Container Door Art Festival, Meme Navdú, Izcar, Neri y Chisco Mojica, conformaron parte de la oferta plástica para esta edición. Por cierto, que Mojica también lució parte de sus obras plasmadas en las botellas de Círculo Tequila, del empresario Joel Estrada, un emprendedor visionario apasionado por el agave que se inspiró en la antigua cultura Teuchitlán para crear la marca.
En cuanto a la experiencia cultural, Arte Capital ofreció algo más que galerías tradicionales: performances, música en vivo (concerts), master classes y conexión directa entre artistas y visitantes. Una de las claves del éxito de esta edición fue demostrar que la cultura no solo se consume, sino que puede ser un motor económico.
Aunque la feria parece estar creciendo y ganando legitimidad, uno de los retos implícitos es equilibrar su vocación comercial con su misión cultural: es decir, cómo mantener que sea un espacio para todos y no solo para inversionistas.
También existe el desafío de consolidar su relevancia frente a otras grandes ferias en la Ciudad de México (como Zona Maco) y de mantener su propuesta diferencial (arte digital, performance, fotografía) en medio de una oferta artística muy competitiva.
La edición 2025 de Arte Capital fue un escaparate ideal para que Chisko Mojica refrende los lazos con un gremio sediento de más espacios muy significativos en el mercado del arte contemporáneo mexicano.
“Fue una edición ambiciosa, bien curada, con un fuerte enfoque en la sostenibilidad cultural y económica, que invita tanto a coleccionistas como al público general a conectar con el arte de forma profunda. En lo personal me llevo una grata experiencia y saber que mis obras forman parte de la escena cultural de nuestro país”, destacó Chisco Mojica.









