
Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 8 segundos
El funcionario afirmó que en materia económica, el esfuerzo coordinado de los distintos órdenes de Gobierno ha permitido acreditar a México “una notable resiliencia” frente a los choques externos, “en un entorno global complejo”.
El secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Edgar Amador, dijo el miércoles al comparecer ante el pleno del Senado por la Glosa del primer informe de Gobierno que México reducirá su déficit fiscal del 5.7% del PIB de 2024, no visto en cuatro décadas, a un 4.3% este año, una reducción de 1.4 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB).
Afirmó que el Gobierno ha transitado “sólidamente” a una convergencia fiscal, lo que incluye la proyección de alcanzar un superávit primario cercano al 0.2% del PIB al cierre de este ejercicio.
“Con ello, estimamos que la deuda pública para 2025 cierre en un nivel equivalente a 52.3% del Producto Interno Bruto, un nivel compatible con un balance público” sustentable en el tiempo, y “muy por debajo del promedio de países de desarrollo económico similar”.
Las metas también son congruentes con la trayectoria de financiamiento bajo condiciones “muy favorables” para la Hacienda Pública, aseveró. En este sentido, destacó la estabilización de la deuda pública dentro de una estrategia de un “manejo responsable de pasivos”.
“En materia económica, el esfuerzo coordinado y la colaboración entre los distintos órdenes de gobierno, han permitido a México acreditar una notable resiliencia frente a choques externos en un entorno global complejo”.
Aseguró que hoy México sigue avanzando en el plano económico, con un crecimiento del PIB que se mantiene positivo y sostenido, “a pesar de las tensiones comerciales”, con el país con una de las economías más abiertas del mundo.
Acciones recientes
El funcionario mencionó que México emitió nuevos bonos de referencia con vencimientos en el 2032 y el 2038 por un monto total de 6,794 millones de dólares (mdd). También destacó los vencimientos anticipados de dos bonos originalmente programados para liquidarse en 2026 por un monto total de 3,593 mdd, lo que permitió suavizar el perfil de amortizaciones de corto plazo.
Amador aseguró que estas acciones redujeron las presiones de liquidez y extendieron los vencimientos de deuda “aprovechando condiciones de mercado favorables”.
“Nuestra participación activa para mantener niveles de deuda saludables ha tenido una recepción favorable por parte de instancias internacionales, calificadoras e inversionistas” sostuvo, resaltando la ratificación de la calificación crediticia de México.
También señaló como parte de estos esfuerzos la reducción de las tasas de mercado de títulos de deuda emitidos por México en los mercados financieros y una “menor percepción de riesgo de incumplimiento por parte de los inversionistas internacionales”.
El factor Pemex
En su comparecencia ante legisladores, Amador destacó las acciones enfocadas a apoyar financieramente a Petróleos Mexicanos (Pemex), mejorando su perfil financiero y abriendo la brecha a una mayor capacidad operativa.
Señaló que la dependencia federal a su cargo desplegó una estrategia de capitalización y financiamiento de la empresa estatal, mejorando su perfil de vencimientos y reduciendo significativamente su costo de financiamiento, optimizando con esto el manejo de sus pasivos.
Indicó que estos esfuerzos se han traducido en una mejora en la calificación crediticia de la petrolera por parte de “la gran mayoría de las agencias calificadoras, por primera vez en doce años”, la razón de que el costo de financiamiento de Pemex se redujera “sustancialmente”.
“De esta forma, se ha generado una ruta de sostenibilidad financiera en el mediano y largo plazo, apoyada por la reestructuración de la empresa y la reducción de su número de filiales”, dijo.
El funcionario de más alto rango en Hacienda aseguró que en el primer año de Gobierno “hemos sentado bases sólidas que dan continuidad a políticas de prosperidad compartida, con un enfoque regional e incluyente, manteniendo prudencia fiscal para preservar un endeudamiento sostenible y ordenado, y demostrando ser compatible con la estabilidad macroeconómica “.