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Se trata de pronósticos preliminares de misiones oficiales, que no necesariamente coinciden con las expectativas de su Directorio. En julio pasado, el FMI modificó su proyección desde una contracción calculada en abril de 0.3%, a causa de los aranceles, a una tasa positiva de 0.2%; El consenso de mercado más reciente publicado por Banxico sitúa un crecimiento de 0.4%.
Expectativa de crecimiento para México
El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció el viernes que el personal de sus misiones oficiales ubicó un crecimiento para la economía mexicana este año de 1.0%, con una proyección para 2026 de 1.5%.
“La actividad económica del país sigue siendo débil” concluyó el grupo que visitó para su misión la capital de país el mes pasado. “La consolidación fiscal, la política monetaria aún restrictiva y las tensiones comerciales con Estados Unidos han afectado el consumo y la inversión, mientras que las exportaciones han mostrado resiliencia”, anotó.
El viernes, el Instituto de Estadística difundió que el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) estimó que el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), clave para entender la trayectoria del PIB nacional, arrojó un crecimiento de 0.2% en agosto a tasa anual, donde el Sector de la Transformación, que agrupa a las industrias manufactureras, observó una caída de 2.0%, mientras que el Sector Servicios avanzó a un ritmo de 0.7%.
Analistas estimaron que, a la luz de un conjunto de nuevas cifras, la economía nacional probablemente se estancó durante el tercer trimestre del año.
La misión del FMI destacó en sus conclusiones que México necesita reducir su déficit fiscal y “medidas políticas” para apoyar el ajuste, “a fin de evitar nuevas subidas de la deuda pública” y crear un espacio fiscal “para responder a posibles shocks”.
México cuenta con políticas y marcos normativos
En su declaratoria final aseveró que México cuenta con políticas y marcos normativos “muy sólidos”, que han demostrado ser un activo importante a medida que el país navega por el incierto entorno económico. Con todo, presentaría “una ligera aceleración del crecimiento en 2026”, con el efecto de los aranceles y la incertidumbre comercial teniendo todavía implicaciones.
“El éxito económico a largo plazo de México depende del cierre de las brechas de infraestructura, el fortalecimiento del estado de derecho y la profundización de la integración con los socios comerciales globales”, expuso.
Las misiones oficiales del FMI no necesariamente coinciden con las expectativas de su Directorio. En julio pasado, el Directorio modificó su proyección del PIB del país para este año, desde una contracción calculada en abril de 0.3% a causa de los aranceles, hasta una tasa positiva de 0.2%; La encuesta más reciente de Banxico arrojó que el consenso del mercado ve un crecimiento de 0.4%.
Alertas por el crecimiento de la deuda
La misión oficial que estuvo en México en agosto espera que la expansión fiscal del 2024, con lo que se incurrió en un déficit de 5.7% del PIB no visto en cuatro décadas, se revierta en 2025.
En su declaración final calculó que el Sector Público mexicano incurrirá en un déficit de 4.3% al término de este año contra la meta programada por el Gobierno, de 3.9%, aunque, de acuerdo con el equipo oficial del organismo, “deshaciendo adecuadamente el aumento del gasto de 2024”.
Para 2026, el Gobierno incurriría en un déficit de 4.1%; “se necesitan mayores esfuerzos para colocar la deuda pública en una trayectoria decreciente”, alertó.
El presupuesto del 2026 presentado al Congreso ubica el saldo histórico de los requerimientos fiscal del Sector Público (SHRFS), la medida más amplia de la deuda que tiene México, en 52.3% sobre el PIB ese año, desde la relación de 51.4% aprobada para 2025.
El equipo del FMI advirtió que las metas de déficit para 2026 y años posteriores propuestas en el borrador del presupuesto “implicarían un aumento constante en la deuda bruta-PIB a lo largo del tiempo”. Para el 2030, la relación alcanzaría niveles de 61.5%, alertó, “lo que deja la dinámica de la deuda vulnerable a shocks”.
Si bien la deuda pública de México sigue siendo sostenible se necesita una trayectoria de consolidación más ambiciosa y concentrada en mejorar la credibilidad de los planes fiscales, destacó. También prevenir “una mayor deriva al alza en la deuda pública” y crear “un valioso espacio fiscal” que dé una respuesta contra cíclica en caso de que se materialicen los riesgos externos.
Resaltó que un déficit fiscal del 2.5% sobre el PIB para 2027, aproximadamente un 1% del PIB por debajo de la meta presupuestaria actual, “permitiría alcanzar estos objetivos”.
Reforma fiscal
El personal técnico del FMI señaló que las políticas implementadas por el Gobierno mexicano deberían complementarse con una reforma fiscal más amplia, que incremente los ingresos.
Las opciones de política, de acuerdo con sus argumentos, incluyen aumentar la progresividad del impuesto sobre la renta de las personas físicas, eliminar gastos tributarios, así como aumentar y ampliar la cobertura del impuesto al carbono y las regalías mineras.
Llevar a cabo este ajuste fiscal, preservando al mismo tiempo el gasto social esencial y la inversión pública que impulse el crecimiento, advirtió, “requerirá la movilización de ingresos fiscales mediante mejoras administrativas y cambios en la política tributaria”.
También mencionó la necesidad de fortalecer la tributación sobre la propiedad y los vehículos a nivel estatal y municipal a fin de contribuir en “liberar recursos a nivel federal”.
Resaltó que los objetivos sociales recientemente instituidos por la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ambas con una influencia relevante en la cuenta pública, “deben estar claramente separados de sus actividades comerciales y reportarse de forma transparente como una actividad fiscal”.