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El cambio refleja las recientes medidas adoptadas por el Gobierno de México en el marco del Plan Estratégico de Pemex entre el 2025 y el 2035, que señalan un cambio estructural en el nivel de apoyo brindado a la empresa. Anteriormente, las calificaciones estaban en revisión para una posible mejora.
La calificadora internacional Moody´s Ratings mejoró el lunes la Calificación de Familia Corporativa (CFR, por sus siglas en inglés) de Petróleos Mexicanos (Pemex), además de las calificaciones de obligaciones sénior quirografarias respaldadas por notas vigentes y las calificaciones de las obligaciones sénior quirografarias respaldadas del Fideicomiso Maestro de Financiamiento de Proyectos, que pasaron de “B3” a “B1”.
“La mejora a B1 incorpora nuestro supuesto revisado de apoyo gubernamental de Alto a Muy Alto”, puntualizó en un comunicado fechado en sus oficinas centrales de Nueva York.
El cambio refleja las recientes medidas adoptadas por el Gobierno de México en el marco del Plan Estratégico de Pemex entre el 2025 y el 2035, que señalan un cambio estructural en el nivel de apoyo brindado a la empresa. Anteriormente, las calificaciones estaban en revisión para una posible mejora.
La agencia evaluadora de riesgos crediticios precisó que con estos movimientos, las acciones de calificación concluyen la revisión al alza iniciada el 18 de agosto pasado. “La mejora de las calificaciones refleja un mayor compromiso de la actual administración del Gobierno de México para apoyar a Pemex en el cumplimiento de sus obligaciones financieras”.
Según la calificadora, el Plan Estratégico a 10 años de la petrolera marca un cambio en el enfoque del gobierno mediante tres transacciones coordinadas que representan un paso significativo para fortalecer la posición financiera de la empresa petrolera “durante los próximos cinco años”.
“Sin embargo, PEMEX continúa enfrentando desafíos estructurales persistentes, que prevemos continuarán presionando su desempeño financiero y resultarán en un flujo de efectivo libre negativo sostenido”, alertó Roxana Muñoz, vicepresidenta senior de crédito en la agencia.
La nueva calificación de “B1” de Pemex considera el análisis de incumplimiento conjunto de la agencia, el cual incluye los supuestos de la agencia de un apoyo gubernamental “muy alto en caso de necesidad, y una correlación de incumplimiento muy alta entre PEMEX y el Gobierno de México”.
Esto resultará en un aumento de seis niveles en la Evaluación del Riesgo Crediticio Base (BCA, por sus siglas en ingles) de la compañía. Dados los fuertes vínculos entre Pemex y el Gobierno Federal, el riesgo de Gobernanza sigue siendo un factor relevante en la acción de calificación, anotó.
En el mismo movimiento, Moody’s confirmó la BCA de la firma en “ca”, lo que refleja “su solidez crediticia individual”.
Esperan más datos
La confirmación de los grados “ca” en la Evaluación del Riesgo Crediticio Base de Pemex refleja la expectativa de Moody´s de que la compañía continuará generando un flujo de efectivo libre negativo, resultado de sus persistentes desafíos operativos, incluyendo la disminución de la producción debido a la limitada inversión de capital, y las continuas pérdidas en el segmento de refinación.
Moody´s aseveró el lunes que si bien el Plan Estratégico describe el posible uso del Fondo de Inversión, dirigido a apoyar las inversiones de capital, la difusión de más detalles serán la clave “para evaluar su viabilidad y atractivo para los participantes del sector privado”.
Moody´s anotó que a pesar de que las estrategias incorporadas por el Gobierno mexicano para la petrolera representan un paso importante para mejorar sus condiciones de liquidez, la compañía aún enfrenta importantes necesidades de efectivo relacionadas con pérdidas operativas, pagos a proveedores, así como amortizaciones de deuda.
Muñoz advirtió que al menos que se incorporen medidas estructurales para reducir “eficazmente” las necesidades de efectivo, apremiantes en la petrolera, “las calificaciones se mantendrán limitadas”.
En coordinación con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la Secretaría de Energía (SEP) Pemex está ejecutando una estrategia de financiamiento bajo la cual el país comprometerá futuras contribuciones similares a capital a la empresa a través de la estructura P-CAP de 12,000 millones de dólares (mdd). Además, financiará parcialmente las inversiones en el negocio de exploración y producción (upstream) y con proveedores a través del Fondo de Inversión.
Pemex lanzó a principios de este mes una oferta pública de adquisición (OPA) de hasta 9,900 mdd sobre su deuda a largo plazo, respaldada por transferencias gubernamentales financiadas mediante la emisión de deuda soberana.
Moody´s anotó que si bien estas medidas brindan “un alivio a corto plazo a las presiones de liquidez de Pemex”, en particular, las líneas de crédito revolventes, las líneas de crédito, y los próximos vencimientos, así como el balance general de situación financiera de la empresa continúa reflejando importantes necesidades de financiamiento.
La calificadora internacional refiere que las pérdidas de la empresa para 2026 y 2027 se calculan en aproximadamente 7,000 mdd anuales, ante los continuos desafíos operativos y los vencimientos de deuda restantes.