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El gasto del consumidor, que representa aproximadamente el 70% del PIB de la potencia, creció a un ritmo anual de1.6%, poco impresionante pero mejor que el 0.5% del primer trimestre y que el 1.4% que el Gobierno había estimado inicialmente
La economía de Estados Unidos se recuperó en el segundo trimestre del año de una caída del trimestre precedente resultado de las repercusiones de las guerras comerciales del presidente Donald Trump.
El Departamento de Comercio informó el jueves que mejoró su primera estimación de julio por lo que el producto interno bruto, que comprende la producción nacional de bienes y servicios, se expandió a un ritmo anual de 3.3% de abril a junio, tras haber mostrado una contracción de 0.5% en los primeros tres meses. Inicialmente, el departamento había estimado un crecimiento del 3.0% para el segundo trimestre.
La caída del PIB del primer trimestre, el primer retroceso de la economía de Estados Unidos en tres años, fue causada principalmente por un aumento en las importaciones —que se restan del PIB— ya que las empresas se apresuraron a importar bienes extranjeros antes de la entrada en vigor de los aranceles de Trump, de acuerdo con información de la agencia AP.
Esa tendencia se revirtió, como se esperaba, en el segundo trimestre cuando las importaciones mostraron un declive de casi 30% (29.8%) impulsando el crecimiento de abril a junio en más de 5 puntos porcentuales.
Repunta el gasto
El Departamento de Comercio informó que el gasto del consumidor y la inversión privada fueron un poco más fuertes en el segundo trimestre de lo que se había proyectado inicialmente.
El gasto del consumidor, que representa aproximadamente el 70% del PIB de la potencia, creció a un ritmo anual de1.6%, poco impresionante pero mejor que el 0.5% del primer trimestre y que el 1.4% que el Gobierno había estimado inicialmente.
A partir de niveles preliminares más altos, la inversión privada cayó a un ritmo anual del 13.8% de abril a junio. Esa sería la mayor caída desde el segundo trimestre de 2020, en el apogeo de la pandemia de coronavirus. La reducción en los inventarios privados restó casi 3.3 puntos porcentuales al crecimiento del PIB del segundo trimestre.
El gasto y la inversión del gobierno federal cayeron a un ritmo anual del 4.7%, desde la caída del 4.6% en el primer trimestre.
Una categoría dentro de los datos del PIB que mide la fortaleza subyacente de la economía resultó ser más fuerte de lo que se informó inicialmente, creciendo un 1.9% de abril a junio, igual que en el primer trimestre. Esta categoría incluye el gasto del consumidor y la inversión privada, pero excluye elementos volátiles como las exportaciones, los inventarios y el gasto gubernamental.
Panorama
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero pasado, Trump ha revertido décadas de política estadounidense que favorecía un comercio más libre. El primer mandatario ha asignado gravámenes de dos dígitos a las importaciones de casi todos los países del mundo y ha impuesto aranceles a productos específicos como el acero, el aluminio, y los automóviles.
Trump ve los aranceles como una forma de proteger la industria estadounidense, atraer fábricas de vuelta a Estados Unidos y ayudar a pagar los enormes recortes de impuestos que aprobó el 4 de julio.
Pero la mayoría de los economistas —a los que Trump y sus asesores ven con desdén— dicen que sus aranceles dañarán la economía al aumentar los costos y hacer que las empresas estadounidenses protegidas sean menos eficientes.
Señalan que los aranceles los pagan los importadores estadounidenses, quienes intentan trasladar el costo a sus clientes mediante precios más altos. Por lo tanto, los aranceles pueden tener un componente claramente inflacionario, aunque hasta ahora, su impacto ha sido modesto.
La forma errática en que Trump ha impuesto los aranceles —anunciándolos y suspendiéndolos, y luego ideando otros nuevos— ha hecho que las empresas de la potencia se sientan desconcertadas e inseguras sobre las inversiones y la contratación.