México enfrenta oportunidad para mejorar el etiquetado frontal de advertencia en alimentos ultraprocesados

etiquetado frontal de advertencia en alimentos ultraprocesados
A pesar de los resultados positivos de esta política, se ha documentado que diferentes industrias han aprovechado huecos en la regulación vigente para ocultar información a los consumidores. El uso de tamaños de letra diminutos, ilegibles, en las leyendas de advertencia de ingredientes, como cafeína y edulcorantes, y el posicionamiento de octágonos de advertencia en áreas laterales o posteriores de empaques y envases, generan que los consumidores no puedan identificar de manera directa y clara las advertencias que buscan proteger su salud.

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Ciudad de México, 20 de agosto de 2025.- La organización El Poder del Consumidor informó que el proceso de actualización de la Norma Oficial Mexicana NOM-051, que regula el etiquetado frontal de advertencia en productos ultraprocesados y bebidas endulzadas, no incorporó mejoras específicas para optimizar la visibilidad y claridad de las advertencias. Aunque el etiquetado vigente desde 2020 ha demostrado influir positivamente en la reducción del consumo de nutrientes críticos y en la modificación de hábitos alimentarios, algunos sectores consideran que aún existen oportunidades para fortalecer esta herramienta clave para la salud pública.

Cambios importantes en la conducta alimentaria

Según El Poder del Consumidor, desde su implementación el etiquetado frontal ha generado cambios notorios en la conducta alimentaria. El estudio “Evaluación de los efectos de desbordamiento transnacionales del sistema mexicano de etiquetado frontal de alimentos entre los mexicano-estadounidenses en EE. UU.” (Thrasher, 2024) reveló que “padres y madres reportaron cambios en sus compras en un 80%, seguido por los adultos con esfuerzos por mejorar sus hábitos alimentarios con un 75%”, lo que evidencia su impacto positivo en la población mexicana.

No obstante, se han detectado prácticas de algunas industrias que dificultan la identificación clara de las advertencias. Entre ellas, “el uso de tamaños de letra diminutos, ilegibles, en las leyendas de advertencia” y “el posicionamiento de octágonos de advertencia en áreas laterales o posteriores” del empaque, lo que limita la percepción directa por parte del consumidor.

Ejemplos para avanzar en la mejora regulatoria

En países como Argentina y Colombia se han adoptado disposiciones específicas sobre el tamaño y la posición del etiquetado para garantizar “criterios de claridad, visibilidad y legibilidad”. Estas experiencias internacionales pueden servir como referencia para que México avance en la mejora regulatoria.

Se propone abrir espacios de diálogo

El Poder del Consumidor, organización que ha impulsado estas mejoras, señaló que “presentamos evidencia concreta… pero hicieron caso omiso, y no permitieron las discusiones grupales sobre el tema”. Por ello, presentaron un amparo legal con el objetivo de abrir espacios de diálogo y fortalecer el proceso normativo.

Javier Zúñiga, coordinador legal del grupo, destacó que “el objetivo del amparo presentado es que se nos permita discutir aspectos fundamentales del etiquetado como el tamaño de las leyendas de advertencia o la posición de los octágonos”, enfatizando la importancia de un proceso transparente y participativo.

Por su parte, Katia García, investigadora en Nutrición en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, señaló que “es necesario un compromiso ético y real del Estado para consolidar una normativa clara y veraz que atienda los problemas de salud pública”.

Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, resumió: “La NOM-051 establece un sistema de etiquetado frontal que debe advertir de forma clara y veraz sobre nutrimentos críticos e ingredientes riesgosos; mejorar la legibilidad es una oportunidad para cumplir plenamente con este objetivo”.

Oportunidad para fortalecer el etiquetado

Aunque el proceso actual no incorporó todas las mejoras posibles, estos hechos representan una oportunidad para fortalecer el etiquetado y proteger mejor la salud de los consumidores mexicanos mediante un diálogo abierto y basado en evidencia científica.

Referencias