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La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que su gobierno no implementará el fracking en su forma convencional para la explotación de gas natural en México, debido a los graves impactos ambientales que genera, pero sí trabaja con Petróleos Mexicanos (Pemex) y el Instituto Mexicano del Petróleo en la búsqueda de alternativas que permitan reducir la dependencia de las importaciones de gas provenientes de Estados Unidos, que actualmente representan más del 60% del consumo nacional.
Durante su conferencia matutina, la mandataria recordó que la mayor parte del gas natural que utiliza el país llega desde Texas, y se emplea principalmente en la industria y en la generación de electricidad a través de plantas de ciclo combinado. Y aunque su costo en el mercado internacional es bajo, advirtió que la soberanía energética requiere abrir un debate de fondo sobre cómo fortalecer la producción nacional.
“El fracking, así como está, no puede utilizarse porque tiene impactos ambientales muy graves, particularmente por el alto consumo de agua y el uso de químicos contaminantes, además de que se ubica en zonas con poca disponibilidad de agua”, explicó.
Sheinbaum enfatizó que no existe ninguna decisión tomada respecto al aprovechamiento del llamado shale gas o gas de lutitas, pero aclaró que no se permitirá replicar en México la técnica utilizada en Estados Unidos, que implica riesgos significativos para el medio ambiente y las comunidades.
En su lugar, la mandataria informó que Pemex instaló un grupo de trabajo especializado que busca identificar alternativas de explotación con menor impacto, priorizando en primer término los yacimientos de gas convencional que todavía existen en el país; uno de los casos analizados es Cantarell, donde aún se localizan reservas aunque contaminadas con nitrógeno, lo que implicaría procesos adicionales de descontaminación.
Asimismo, indicó que se estudia el desarrollo de nuevas tecnologías de extracción no convencionales, pero más seguras, así como la diversificación hacia fuentes distintas al gas fósil.
Entre estas opciones está el aprovechamiento de metano proveniente de rellenos sanitarios y de la biomasa, una línea de investigación que podría contribuir tanto a reducir importaciones como a mitigar emisiones contaminantes.
La presidenta subrayó que durante los gobiernos anteriores se descuidó deliberadamente la refinación y la producción nacional de combustibles, lo que incrementó la dependencia de las importaciones.
Recordó que con la administración de Andrés Manuel López Obrador se avanzó en revertir esta tendencia mediante la construcción de la refinería Olmeca en Dos Bocas, la compra de Deer Park en Texas y la modernización de las coquizadoras en Tula y Salina Cruz.
Ahora, dijo, corresponde dar un paso similar en materia de gas natural.
“Se trata de abrir el debate y encontrar opciones que garanticen autosuficiencia sin poner en riesgo al medio ambiente. No se trata de utilizar técnicas que tienen tanto daño ambiental, sino de ver distintas opciones que nos permitan tener mayor autosuficiencia”, concluyó.
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