Instituto Nacional de Rehabilitación patenta estimulador neuromuscular mexicano que reduce costos

estimulador neuromuscular mexicano
El dispositivo, de creación 100% nacional, busca garantizar la soberanía tecnológica y ampliar el acceso a terapias para pacientes con secuelas neurológicas

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El Instituto Nacional de Rehabilitación Luis Guillermo Ibarra Ibarra (INRLGII) de la Secretaría de Salud obtuvo la patente No. 426001 por un estimulador eléctrico funcional no invasivo desarrollado y validado en México, anunció el 11 de agosto de 2025; el dispositivo, con un costo de producción cercano a 200,000 pesos (hasta 60% menor que equipos importados), busca ampliar el acceso a terapias para pacientes con secuelas neurológicas y fortalecer la soberanía tecnológica del país.

Estimulador neuromuscular mexicano

El INRLGII registró la patente No. 426001 de un estimulador eléctrico funcional no invasivo creado por un equipo multidisciplinario de médicos e ingenieros. El dispositivo envía impulsos eléctricos a músculos paralizados para ejecutar movimientos funcionales —como levantar el pie al caminar o abrir la mano— y apoyar el reaprendizaje motor enfocado a tareas específicas. Su producción cuesta alrededor de 200,000 pesos mexicanos, comparado con aproximadamente 500,000 pesos mexicanos de equipos importados.

Funcionamiento y evidencia clínica

El estimulador eléctrico funcional no invasivo se presenta como una herramienta para ampliar el acceso a la rehabilitación neurológica y fortalecer la soberanía tecnológica nacional. Facilita la ejecución de movimientos funcionales que mejoran la retroalimentación cerebral y afinan el control motor, lo que acelera la rehabilitación, según la especialista en Rehabilitación Neurológica Ana Guadalupe Ramírez Nava: “Aunque el paciente reciba otras terapias, completar un movimiento con esta estimulación mejora la retroalimentación cerebral. El control motor se vuelve más fino y dirigido, lo que acelera la rehabilitación”. Estudios citados en el comunicado destacan una mayor eficacia cuando la terapia inicia en las primeras semanas o meses tras un evento vascular cerebral. Hasta ahora se ha utilizado con éxito en 20 pacientes del instituto, quienes han mostrado avances significativos.

Es decir, actúa como un “sistema de riego” controlado en un jardín que ha sufrido una sequía: cuando las plantas (las vías motoras) han perdido fuerza tras una lesión cerebral, el riego puntual (la estimulación) ayuda a que las raíces reciban oportunamente nutrientes y respondan mejor. La estimulación facilita la ejecución de movimientos funcionales que refuerzan la retroalimentación al cerebro y afinan el control motor, acelerando así la rehabilitación.

Costo y relevancia estratégica

La jefa de la División de Rehabilitación Neurológica, Jimena Quinzaños, subraya el objetivo de “desarrollar una tecnología mexicana con todos los beneficios de las marcas comerciales”. El Director General del INRLGII, Carlos Pineda Villaseñor, destacó que el proyecto se alinea con los ejes del Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030 para impulsar soberanía tecnológica, sustituir importaciones y garantizar equipamiento accesible en hospitales.

Contexto institucional y significado social

El dispositivo, sexta patente en la historia del INRLGII, se presenta como una materialización de la visión del instituto de vincular investigación de vanguardia con necesidades reales de la población, ofreciendo tratamientos de forma gratuita y avanzando hacia la soberanía sanitaria. El investigador Jorge Airy Mercado afirmó que contaban “con la formación y la experiencia” y que, en colaboración clínica, desarrollaron la tecnología, protocolos e intervenciones.

Conclusión

La patente confirma el desarrollo nacional del estimulador por el INRLGII; la evidencia clínica inicial es prometedora pero preliminar. Quedan, sin embargo, algunos puntos por aclarar:

  • ¿Cuál fue la duración del seguimiento de cada paciente en los estudios preliminares reportados (semanas/meses)?
  • ¿Qué formación requiere el personal para operar el equipo (duración en horas y tipo de certificación o acreditación prevista)?
  • ¿Existe un plan piloto para desplegar el equipo en hospitales públicos? En caso afirmativo, ¿cuál es el cronograma estimado de inicio?
  • ¿Qué modelo de transferencia tecnológica o licenciamiento proponen para la producción nacional y suministro a instituciones públicas?

Referencias