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En un giro poco común en su retórica migratoria, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció abiertamente el valor de los trabajadores migrantes en la agricultura, al asegurar que “no se pueden reemplazar fácilmente” y que su administración está preparando nuevas reglas para permitir que sigan contribuyendo al país de forma legal.
“Los agricultores no pueden quedarse sin trabajadores. Esta gente lo hace de forma natural”, declaró Trump en entrevista con la cadena CNBC, donde defendió la necesidad de encontrar soluciones prácticas para que los migrantes, muchos de ellos indocumentados pero con años trabajando y pagando impuestos en Estados Unidos, puedan continuar laborando en el sector agrícola.
Aunque insistió en que su gobierno seguirá deportando a quienes considera “delincuentes”, también admitió que las deportaciones masivas podrían dañar seriamente a los agricultores.
“La gente que vive en el centro de la ciudad no hace ese trabajo. Lo hemos intentado. Todos lo han intentado. No lo hacen”, dijo, al justificar la necesidad de mantener a los migrantes en el campo.
El presidente sugirió que la Casa Blanca está trabajando en un programa de retorno temporal, en el que ciertos trabajadores serían enviados a sus países con un permiso para regresar de forma legal.
La medida, aunque aún sin detalles, marcaría un intento por formalizar la participación de trabajadores migrantes sin que se interprete como una “amnistía”.
“Quiero trabajar con ellos. En algunos casos, los estamos enviando de vuelta a sus países con un pase legal, para que vuelvan legalmente. Y estamos haciendo cosas complejas, pero que funcionan muy bien”, explicó Trump.
La postura contrasta con las acciones de su gobierno y de aliados como el gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien impulsa una estrategia estatal de control migratorio cada vez más dura.
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