
Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 45 segundos
El economista en jefe de la entidad, Gerónimo Ugarte, anticipa que la reunión de política de mañana no será tersa y que puede registrar de nuevo el voto disidente del subgobernador Jonathan Heath frente a un recorte a la tasa ya asimilado por el mercado de 25 pb
El panorama de lo que hará el Banco de México (Banxico) en relación a la conducción de la política monetaria en lo que resta del año se complica por la entrada en vigor efectiva de los aranceles estadounidenses, que, de hecho, han estado repercutiendo ya en la actividad económica, y en la inflación al consumidor.
El mercado descuenta que en la reunión de política que los funcionarios del banco central sostendrán este jueves habrá un recorte de 25 puntos base (pb) en la tasa de interés ante la presión arancelaria y la persistencia de la inflación subyacente o medular, rompiendo así la tendencia de cuatro sesiones de ajustes agresivos de 50 pb en este año, algo sin precedentes desde los momentos más agudos de la pandemia en 2020.
Gerónimo Ugarte, economista en jefe de Valores Mexicanos (Valmex) dice en entrevista que a pesar de que la entidad está en línea con el consenso, habría razones suficientes para el voto en contra del subgobernador Jonathan Heath, que podría pronunciarse por una pausa.
“Creemos que no va a ser unánime, que de nuevo vamos a tener ahí un punto disidente por temas de una persistencia inflacionaria en la parte subyacente, especialmente en el componente de servicios”. En sus votaciones de febrero, cuando los otros funcionarios de la Junta de Gobierno del banco central mexicano votaron a favor del primer recorte de 50 pb desde el 2020, Heath se pronunció por un recorte menor, de 25 pb.
No sucedió lo mismo en las decisiones de política de marzo y mayo, cuando el funcionario coincidió con los otros 4 miembros de la Junta, incluyendo el voto de la gobernadora Victoria Rodríguez, de hacer un ajuste de 50 pb en cada episodio, llevando el referencial a niveles de 8.50% frente al 10% con el que concluyó el 2024.
El 26 de junio, en el más reciente cónclave de política, cuando la tasa se redujo a 8.00%, Heath se opuso al recorte de 50 pb, y en su lugar se pronunció por una pausa.
“El subgobernador Heath ha hecho hincapié en que la persistencia de los servicios en el componente subyacente es un factor de preocupación, por lo que no se debe de bajar tan rápido la tasa”, mencionó Ugarte.
La inflación al consumidor pareció bajar de ritmo en junio desde las presiones registradas en mayo, cuando colocó en 4.42%, para desacelerar a niveles de 4.32%. En ese mes, el índice subyacente, que mide la trayectoria de los precios de mercancías y servicios en el más largo plazo, por lo que es identificado como medular o clave, sin embargo, se incrementó 4.24%, muy por arriba del resultado de mayo de 4.06%.
En la primera quincena de julio, la inflación al consumidor siguió reduciéndose a 3.55%, con la inflación quincenal más baja reportada para un periodo similar desde el 2015. El resultado de los precios subyacentes, no obstante, se mantuvo inalterable en 4.25%.
Rebasa la meta
Ugarte hace hincapié que la inflación al consumidor en México se ha mantenido por arriba del rango meta de Banxico del 3.0%; “en el dato de junio tuvimos eso, vamos a ver ahora los datos de julio” señaló sobre el resultado de la inflación de todo el mes de julio, que se dará a conocer también mañana.
El experto considera que la segunda parte del 2025 se traducirá en más retos para el banco central mexicano por la entrada en vigor plena de los aranceles y la presión inflacionario que desencadenará el evento.
A pesar de la prórroga de 90 días que consiguió México, pesan ya las tarifas del 25% al fentanilo y a los vehículos de motor y autopartes no contemplados dentro del T-MEC, así como el 50% de impuesto al acero, cobre y aluminio; Ugarte refirió el hecho de que “hay varios productos que ya tienen un arancel efectivo (que es) mucho mayor al que tenían a principios de año”.
Además, la perspectiva económica está tomando una pendiente a la baja, difícil de revertir, una vez que pasó el periodo de acumulación de inventarios y de compras anticipadas en Estados Unidos, que comenzó a reportar exportaciones netas en aumento en junio y una contracción en sus importaciones, lo que se podría extender en lo que resta del año.
Ugarte estima que México replicará estas condiciones entre el segundo y el tercer trimestre, y que va a ser una constante en el segundo tramo de 2025; “ya no vamos a ver ese impulso a la economía por la parte de exportaciones netas. Y lo que sí vamos a ver es también ya los efectos de la imposición de aranceles en términos inflacionarios”.
También te puede interesar: Sheinbaum espera invitación formal a la toma de protesta de presidente de la Corte