Tras obtener la reelección eterna, Nayib Bukele se desahoga: “Si me llaman dictador…”

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El presidente salvadoreño, con todo el poder parlamentario, consiguió la reelección indefinida. Luego de ello, una ola de cuestionamientos se hizo presente y apuntaron contra la falta de democracia…

En un accionar polémico y luego de horas debatiendo, el Congreso de El Salvador, que está controlado por el oficialismo, logró cumplir el deseo de Nayib Bukele: aprobar la reelección presidencial indefinida y extender el periodo gubernamental de cinco a seis años. La reforma impulsada por Bukele fue aprobada con los 57 votos a favor de todos los diputados oficialistas, contra tres votos negativos de los únicos opositores. Además de la reelección indefinida, las nuevas modificaciones de la Constitución anulan la segunda vuelta en las elecciones, por lo que la presidencia se ganará por mayoría y no será necesario el 50 por ciento más uno, como se contemplaba hasta ahora en los estatutos.

Lógicamente, al obtener una reelección indefinida, Bukele comenzó a recibir críticas globales acusando falta de democracia. Algunos cuestionamientos fueron más allá y lo trataron de dictador y hasta lo compararon con Nicolás Maduro (Venezuela) o Daniel Ortega (Guatemala).

En ese contexto, Bukele rompió el silencio en sus redes sociales y respondió a esos cuestionamientos, sabiendo el alcance que iba a tener su mensaje: “Me tiene sin cuidado que me llamen dictador, prefiero que me llamen dictador a ver como matan a los salvadoreños en las calles, que me llamen dictador pero que podamos vivir por fin en paz. A pesar de tener resultados extraordinarios en muchos aspectos han mentido constantemente, nos han llamado de todo…”.

En esa misma línea, Bukele profundizó: “Se apresurarán a señalar que un sistema parlamentario no es lo mismo que uno presidencial, como si ese tecnicismo justificara el doble rasero. Seamos sinceros, es solo un pretexto porque si El Salvador se declarara una monarquía parlamentaria con las mismas reglas que el Reino Unido, España o Dinamarca, seguirían sin apoyarla”.

“El problema no es el sistema, sino que un país pobre se atreva a actuar como si fuera soberano. No se supone que hagas lo do. te dicen. Y se espera que te mantengas en tu carril. El 90 por ciento de los países desarrollados permiten la reelección indefinida de su jefe de gobierno, y nadie se inmuta. Pero cuando un país pequeño y pobre como El Salvador intenta hacer lo mismo, de repente se convierte en el fin de la democracia…”, sentenció Bukele.

La Directora de la División de las Américas de Human Rights Watch (HRW), Juanita Goebertus, fue contundente en su opinión tras la definición del Congreso: “Bukele está recorriendo el mismo camino que Venezuela al impulsar una reforma constitucional que permite la reelección presidencial indefinida. Empieza con un líder que usa su popularidad para concentrar poder, y termina en dictadura. De esta forma empezaron (Alberto) Fujimori y (Hugo) Chávez…”.

Hoy en día, tiene a Nicaragua, Venezuela y Cuba con reelección indefinida. En otras naciones, se intentó pero el proceso fracasó teniendo a Bolivia (Evo Morales), Horacio Cartés (Paraguay) y Rafael Correa (Ecuador) como los casos más emblemáticos.