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Al ser cuestionada sobre los resultados de la más reciente Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares ( ENIGH ), la presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que, aunque persisten desigualdades regionales, los ingresos de las familias más pobres han tenido un crecimiento notable en los últimos años, impulsado por los programas sociales y los proyectos estratégicos del gobierno federal.
Durante su conferencia de prensa matutina, Sheinbaum reconoció que aún existe una importante brecha geográfica: el sureste del país continúa con menores niveles de ingreso y gasto en comparación con el norte y el centro. Sin embargo, sostuvo que las políticas públicas han contribuido a reducir la desigualdad en términos de ingreso individual y familiar.
“El decil 1, que representa a las familias más pobres del país, incrementó su ingreso en 35.9% entre 2018 y 2024. En contraste, el decil 10, que agrupa a quienes más ganan, tuvo un aumento de apenas 4.2%”, explicó.
Este cambio, dijo, es resultado de un modelo que prioriza a los más desfavorecidos:
“Si aumenta más el ingreso del que menos tiene que el que más tiene, pues se reducen las desigualdades. Eso es algo muy importante, porque aquí sí es por el bien de todos, primero los pobres”.
La mandataria explicó que la ENIGH divide a los hogares mexicanos en diez grupos según su nivel de ingreso, conocidos como deciles; en este sentido ahondó en que los datos muestran que, en promedio, el ingreso total de las familias mexicanas creció 15.7% entre 2018 y 2024, pero al desagregar por deciles, se observa que quienes menos tienen fueron quienes más incrementaron sus ingresos.
Sheinbaum subrayó que estos resultados contrastan con los obtenidos en sexenios anteriores:
“Durante el periodo neoliberal, no había un incremento como este en los ingresos de las familias que menos ganaban. Antes era más o menos parejo, sin reducción real de la desigualdad”, aseguró.
Como ejemplo, mencionó que durante el gobierno de Felipe Calderón, la diferencia entre el 10% más rico y el 10% más pobre era de 38 veces. Hoy, esa brecha se ha reducido a 14.
Además de los ingresos por salario, la encuesta incluye otras fuentes como programas de bienestar, remesas o apoyos familiares, lo que ofrece una visión más amplia del ingreso real de los hogares; la presidenta también recordó que, desde 2016, la encuesta tiene representatividad estatal, lo que permite identificar con mayor claridad las diferencias regionales.
En cuanto al reto del sureste mexicano, Sheinbaum reiteró que su gobierno está comprometido con impulsar el desarrollo económico de esa región a través de obras de infraestructura y polos industriales.
“Estamos impulsando mucho los polos de bienestar en el sureste. La línea K del Tren Interoceánico, que se termina el próximo año, va a ayudar muchísimo. Todo eso es para levantar el desarrollo económico del sureste del país”, dijo.
Finalmente, reconoció que aún queda trabajo por hacer:
“Todavía hay que trabajar más para que Chiapas, Oaxaca, Tabasco, pues tengan mayores ingresos, de tal manera que se permita una reducción de la desigualdad entre los estados del norte y los del sureste”.
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