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La presidenta Claudia Sheinbaum anunció este miércoles que su estrategia de “cabeza fría, temple y firmeza en la defensa de principios” rindió frutos en la reciente conversación telefónica con su homólogo estadounidense, Donald Trump, al lograr una prórroga de 90 días antes de que entraran en vigor nuevos aranceles a productos mexicanos.
“Logramos un buen acuerdo”, afirmó Sheinbaum en conferencia de prensa, flanqueada por miembros clave de su gabinete.
La mandataria destacó que durante los próximos tres meses se mantendrán vigentes las condiciones actuales en materia comercial, lo que significa que no habrá aumento de tarifas, se conserva el esquema actual en sectores sensibles como el automotriz, el acero y el aluminio, y, sobre todo, se salvaguarda el funcionamiento del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
“Es muy importante porque el 25% de los aranceles que impone Estados Unidos aplican a productos fuera del T-MEC. Al mantener el Tratado, preservamos las condiciones actuales para más del 84% de nuestro comercio. Es una gran ventaja”, explicó la mandataria.
Además, subrayó que México sigue siendo una de las mejores opciones para la inversión extranjera en un contexto de creciente proteccionismo global.
El secretario Marcelo Ebrard informó que el acuerdo comprende tres elementos principales:
1.- Prórroga de 90 días sin nuevos aranceles, mientras continúan las conversaciones.
2.- Preservación del T-MEC sin modificaciones.
3.- Instalación de una mesa permanente de trabajo entre ambos gobiernos.
Ebrard confirmó que con este acuerdo México queda en una posición ventajosa globalmente:
“El 84.4% del comercio de México con Estados Unidos queda libre de aranceles. Sólo Canadá tiene una condición similar. Europa no la tiene, Asia tampoco. Esto nos coloca en un lugar privilegiado”.
Pero más allá de lo técnico, la presidenta quiso dejar en claro cuál fue, desde su perspectiva, la clave del acuerdo: una postura firme pero sensata.
“Ha funcionado nuestra estrategia de cabeza fría, temple y defensa con firmeza de nuestros principios. No se trata de confrontar, sino de defender lo que pensamos con respeto”, aseguró.
“El presidente Trump nos trata con respeto en todas las llamadas que hemos tenido. Nosotros también lo respetamos como lo que somos: vecinos electos por nuestros pueblos”.
Seguridad y combate al fentanilo, también en la agenda
Durante la llamada, uno de los temas abordados fue la cooperación bilateral en materia de seguridad, en especial el combate al tráfico de fentanilo; Sheinbaum confirmó que el acuerdo de seguridad entre ambos países “está prácticamente cerrado” y reiteró que se basa en los principios de respeto a la soberanía, confianza mutua, colaboración sin subordinación y defensa del territorio nacional.
La presidenta detalló que el acuerdo contempla mecanismos de cooperación para detener el ingreso de precursores químicos del fentanilo, frenar el tráfico de armas desde Estados Unidos hacia México y reforzar la inteligencia conjunta.
También incluye acciones preventivas como campañas educativas en escuelas secundarias y preparatorias para disuadir el consumo de drogas.
Sobre la mención del presidente estadounidense de que México “seguirá pagando un 25% por el fentanilo”, Sheinbaum aclaró que esa frase se refiere al arancel aplicado a productos fuera del T-MEC, en los cuales Washington asocia el tema del fentanilo como argumento político desde marzo.
“Todo lo que está dentro del T-MEC no tiene arancel, con excepción de automotriz, acero y aluminio. Lo que está fuera, tiene ese 25%”, puntualizó.
Un acuerdo sin concesiones adicionales
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, confirmó que el acuerdo se alcanzó sin que México ofreciera concesiones adicionales.
“No se pactó nada nuevo. Simplemente nos mantenemos como estamos y seguiremos dialogando durante los próximos 90 días”, afirmó. Ebrard también subrayó que este resultado coloca a México en una posición muy favorable comparada con otras economías, como la Unión Europea, que aceptaron aranceles del 15%.
Además, consideró que el diálogo de estos 90 días será clave como etapa preparatoria hacia la revisión formal del T-MEC en 2026, lo que da a México tiempo y margen para negociar desde una posición de ventaja.
Liderazgo firme y trato respetuoso
Tanto Ebrard como el canciller Juan Ramón de la Fuente destacaron el papel personal de la presidenta Sheinbaum en la negociación:
“El manejo que hizo nuestra Presidenta fue espléndido. Su trato, la firmeza con la que defiende los intereses de México y su capacidad para convencer a Trump son muy grandes. Difícil de haberlo previsto así”, dijo Ebrard.
Por su parte, De la Fuente apuntó que el liderazgo de Sheinbaum logró que en la llamada participaran siete miembros del gabinete estadounidense, incluido el vicepresidente, lo que refleja la importancia que la Casa Blanca da a la relación con México.
“La Presidenta fue congruente, firme, inteligente. No solo logró mantener nuestras condiciones, sino que proyectó a México como un actor central en la región”, afirmó.
Una ventana para el futuro
La presidenta Sheinbaum concluyó señalando que la prórroga no solo evita una crisis inmediata, sino que abre una oportunidad estratégica.
“Hoy, invertir en México sigue siendo la mejor opción. Y eso lo hemos conseguido sin ceder, con respeto, con temple… con cabeza fría”, remató.
Con la firma del acuerdo de seguridad prevista para la próxima semana y la apertura de mesas técnicas en comercio y cooperación, México y Estados Unidos entran en una nueva etapa de diálogo que podría moldear la relación bilateral para los próximos años.
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