México y Brasil exploran cooperación en etanol; podría abrir nueva etapa para la industria azucarera

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La presidenta Claudia Sheinbaum dio a conocer este jueves que su gobierno está en conversaciones con Brasil para fortalecer la cooperación económica y tecnológica, y uno de los temas clave en la agenda bilateral es la posible producción de etanol en México, a partir de caña de azúcar.

Durante su conferencia matutina, la mandataria explicó que, tras varios encuentros con su homólogo brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, ambos gobiernos han identificado áreas de complementariedad económica sin necesidad de firmar un tratado de libre comercio. Uno de estos puntos es precisamente el aprovechamiento de la experiencia brasileña en la industria del etanol.

“Brasil tiene una experiencia muy grande en producción de etanol, que es una posibilidad también para la propia industria azucarera y los ingenios en México”, señaló Sheinbaum, quien añadió que se busca impulsar acuerdos de cooperación e inversión entre ambos países.

¿Y para qué queremos etanol?

El etanol se relaciona directamente con el azúcar a través del proceso de fermentación alcohólica: un mecanismo biológico en el que microorganismos como las levaduras transforman azúcares, como la glucosa, fructosa o sacarosa, en etanol y dióxido de carbono, en ausencia de oxígeno.

En términos simples, el azúcar actúa como materia prima para producir este biocombustible. En muchos países, como Brasil, la caña de azúcar se aprovecha de manera industrial para este fin, lo cual ha dado estabilidad a su agroindustria y ha diversificado sus fuentes energéticas.

Este acercamiento bilateral ocurre mientras, en Estados Unidos, Coca-Cola ha comenzado a sustituir parcialmente el jarabe de maíz de alta fructosa por azúcar de caña en sus bebidas. Aunque aún es pronto para saber si esta tendencia será sostenida o se generalizará, podría abrir una ventana de oportunidad para los productores de caña, siempre que exista una estrategia de diversificación adecuada.

La presidenta anunció que a finales de agosto visitará México el vicepresidente brasileño, acompañado por una delegación de secretarios de Estado y empresarios, con la intención de reunirse con integrantes del gabinete federal y líderes del sector privado mexicano.

“No estamos hablando de un tratado de libre comercio, sino de complementar nuestras economías, de tener coordinación, cooperación y posibles inversiones conjuntas, tanto en Brasil como en México”, subrayó Sheinbaum.

La reconversión de ingenios azucareros hacia la producción de etanol no es nueva en el mundo, pero en México podría representar una vía para revitalizar un sector que en muchos casos opera con márgenes estrechos y enfrenta desafíos estructurales.

De concretarse esta colaboración, significaría no solo una apuesta productiva, sino también una alternativa energética con beneficios ambientales.

Por ahora, los diálogos continúan y el gobierno mexicano mantiene el tema en la agenda bilateral, con la intención de sentar las bases de una cooperación.

 

 

 

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