Pemex gana aire financiero con operación fuera de balance: reduce presión sin aumentar deuda pública: Finamex – Entrevista (Video)

Pemex gana aire financiero con operación fuera de balance: reduce presión sin aumentar deuda pública
Pemex gana aire financiero con operación fuera de balance: reduce presión sin aumentar deuda pública

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Claudia Villegas y María Luisa Aguilar  | Revista Fortuna

La operación financiera presentada esta semana por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) representa un respiro para Petróleos Mexicanos (Pemex) en medio de su crítica situación financiera. A través de una estructura financiera compleja diseñada para evitar mayores presiones de deuda, la petrolera del Estado mexicano accederá a liquidez en dólares sin registrar nueva deuda pública en los balances del gobierno federal. Será el 28 de julio cuando se den a conocer formalmente los detalles de esta emisión de notas pre capitalizadas de Pemex; también se darán a conocer los resultados al segundo trimestre.

El instrumento, explicado por el economista Víctor Gómez Ayala, economista en jefe de la casa de bolsa Finamex, consiste en la colocación de notas precapitalizadas mediante un vehículo denominado Eagle Funding, con el respaldo de inversionistas institucionales internacionales y la intermediación de JP Morgan. En entrevista para el programa A la Apertura que produce para Youtube la redacción de Revista Fortuna, el experto explicó que la operación permitirá a Pemex hacerse de hasta 10 mil millones de dólares sin necesidad de salir al mercado con su propio nombre, lo que habría implicado mayores costos financieros debido a su deteriorada calificación crediticia.

¿Cómo funciona la operación?

Eagle Funding es un fideicomiso que emitirá deuda a través de bonos que serán adquiridos por inversionistas institucionales. Con esos recursos, comprará bonos del Tesoro de Estados Unidos —considerados activos seguros y líquidos— que luego serán entregados a Pemex como colateral. A su vez, Pemex podrá hacer líquidos esos instrumentos y usar los recursos para cubrir parte de sus pasivos inmediatos: una deuda bancaria revolvente por más de 20 mil millones de dólares y otros 20 mil millones por concepto de deuda con proveedores.

La clave de esta operación es que no se contabiliza como deuda pública directa, ya que el gobierno federal participa solo como respaldo o garante de último recurso. En palabras de Gómez Ayala: “Funciona como un obligado solidario; es decir, el gobierno no aparece como deudor directo, pero respondería en caso de incumplimiento por parte de Pemex”.

Ventajas clave: menor presión fiscal y mejor financiamiento

Este tipo de estructura, conocida como “fuera de balance”, ofrece beneficios importantes a través de la emisión de nota pre-capitalizadas también conocidas como P-CAP :

  • Evita incrementar el saldo de la deuda pública registrada en el marco de la estrategia de consolidación fiscal impulsada por Hacienda.
  • Permite a Pemex acceder a financiamiento más barato, ya que las tasas a las que se emitirá Eagle Funding están ligadas a las que obtiene el gobierno federal en sus emisiones internacionales.
  • Reduce el estrés financiero inmediato de la empresa petrolera, liberando recursos para operar, invertir y pagar pasivos.

Aunque no se trata de una solución estructural a los profundos problemas financieros y operativos de Pemex, la medida otorga un respiro necesario en un contexto de desaceleración económica y presión regional, sobre todo en zonas como Campeche y Veracruz, donde la cadena de proveedores de la industria petrolera ha sufrido retrasos en los pagos, explicó el economista Víctor Gómez Ayala, responsable del área de Análisis de la casa de bolsa Finamex.

Un instrumento que busca reactivar la operación de Pemex

Además de mejorar su perfil financiero, la operación tiene implicaciones macroeconómicas importantes. Como explicó Gómez Ayala, los recursos podrían destinarse principalmente al pago de deuda con proveedores, lo que impulsaría la liquidez en las regiones petroleras y estimularía la economía local. “Estamos en un entorno de desaceleración. La normalización del pago a proveedores tendría un impacto directo en la recuperación de la actividad en el sur del país”, señaló.

También podría contribuir a recuperar la producción de hidrocarburos, si Pemex logra retomar esquemas de colaboración con la iniciativa privada para exploración y extracción.

¿Un nuevo camino para el financiamiento público?

Aunque este tipo de instrumentos no son completamente nuevos —han sido utilizados por aseguradoras y empresas como Petrobras—, su aplicación a Pemex abre la puerta a un modelo más flexible de apoyo financiero, que evita presionar las finanzas públicas. En el pasado, esquemas como los Proyector de Inversión Diferidos en el Gasto Público (PIDIREGAS) funcionaban de forma similar, pero con diferencias fundamentales: “Aquellos financiaban activos físicos y sí se contabilizaban como deuda de Pemex. Aquí no hay infraestructura de por medio, sino un alivio de liquidez”, explicó Gómez Ayala.

Retos: supervisión y rendición de cuentas

Para que esta operación tenga éxito, será clave garantizar que Pemex utilice adecuadamente los recursos y mejore su operación. Hacienda, como garante implícito, deberá imponer mecanismos claros de control y supervisión. De lo contrario, el riesgo de que el Estado termine absorbiendo la deuda persiste.

Asimismo, esta inyección de liquidez podría influir positivamente en la calificación crediticia de Pemex, al reducir su exposición de corto plazo y mejorar su perfil de riesgo. Sin embargo, los analistas coinciden: este alivio es solo una parte de la solución. La recuperación de Pemex pasa por reformas estructurales, eficiencia operativa y disciplina financiera, consideró Gómez Ayala en entrevista.