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El Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció este lunes la terminación formal del Acuerdo de Suspensión de 2019 sobre jitomates frescos provenientes de México, lo que reactiva la imposición de aranceles del 17.09% a la mayoría de las importaciones mexicanas. En respuesta, la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que su gobierno ya trabaja con productores y gobernadores para reducir los efectos de esta medida, y advirtió que Estados Unidos no podría cubrir su demanda de jitomate sin las exportaciones mexicanas.
La medida marca el fin de un acuerdo que durante seis años evitó la aplicación de sanciones comerciales mediante compromisos de precios mínimos; a partir de ahora, las exportaciones mexicanas de jitomate enfrentarán derechos antidumping, con impacto directo en los productores nacionales y potenciales efectos en el precio al consumidor estadounidense.
La decisión se ampara en la cláusula XI.B del Acuerdo de 2019, que permite al Departamento retirarse con un preaviso de 90 días, y responde, según el gobierno estadounidense, a la necesidad de proteger a sus agricultores de “prácticas desleales”.
“México sigue siendo uno de nuestros mayores aliados, pero durante demasiado tiempo nuestros agricultores se han visto oprimidos por prácticas comerciales desleales que rebajan los precios de productos como el tomate. Esto termina hoy”, declaró el secretario de Comercio, Howard Lutnick.
“Este cambio de normativa se ajusta a las políticas comerciales y la estrategia del presidente Trump con México”.
México responde: “No tienen cómo cubrir su demanda sin el jitomate mexicano”
Durante su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que el tema ya es atendido por su gabinete y gobiernos estatales en coordinación con los productores:
“Ha estado el secretario de Agricultura y los gobernadores muy de cerca, tanto con los empresarios del ganado como con los jitomateros. Los vi ahora que fui a Sinaloa y a Sonora; tuve oportunidad de platicar con su dirigencia. Estamos trabajando de la mano para que haya los menores efectos. Son decisiones que toma Estados Unidos. Es muy difícil que se deje de exportar jitomate de México a Estados Unidos porque no les alcanza con su producción nacional para cubrir toda su demanda”, afirmó.
Destacó además que Sinaloa es el principal productor de jitomate en el país, seguido por Sonora, y que ambos estados tienen una presencia estratégica en el mercado estadounidense.
¿Qué implica la decisión?
La orden de imposición de derechos antidumping fue emitida por la Unidad de Cumplimiento y Aplicación del Departamento de Comercio, responsable de aplicar las leyes comerciales con base en evidencia documentada.
Los aranceles buscan contrarrestar ventas por debajo del valor justo de mercado, y en este caso, se estableció una tasa general del 17.09%.
Actualmente, el Departamento mantiene 768 órdenes similares sobre productos extranjeros. Estas medidas son consideradas herramientas de defensa comercial para industrias locales.
Una disputa de 27 años
La fricción comercial por el jitomate comenzó en 1996, cuando productores estadounidenses denunciaron que las importaciones mexicanas causaban daño económico.
Desde entonces, se firmaron cinco acuerdos de suspensión: 1996, 2002, 2008, 2013 y 2019, para evitar sanciones a cambio de compromisos de precio y reducción del dumping.
El Acuerdo de 2019 se firmó bajo la Ley Arancelaria de 1930, con cláusulas que permitían a cualquiera de las partes retirarse con 90 días de aviso.
Su terminación reactiva la aplicación automática de derechos antidumping, en este caso del 17.09%.
Riesgos comerciales y presión sobre el T-MEC
México exporta cada año más de 2,000 millones de dólares en jitomate a Estados Unidos. El nuevo arancel amenaza con reducir los volúmenes exportados, afectar los ingresos de productores nacionales y elevar los precios en supermercados estadounidenses.
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